* 22 de JULIO:
Junto a este puente, que como he dicho ya no existe, y en el camino real, estuve de retén con mi compañía, que es la 3ª, la 4ª y la 5ª. Llegamos al sitio señalado ya de noche, y se establecieron las centinelas que se consideraron necesarias, distando una de otra como diez pasos. El resto del regimiento estuvo en los otros juntos. Se estuvo con la mayor vigilancia sufriendo toda la noche un agua copiosísima.
Según que el Bidasoa se estrecha o ensancha distábamos más o menos de las centinelas francesas, valiendo algunas que estarían diez pasos de las nuestras, y que observaban el mayor silencio, sintiéndose no obstante sus pisadas y señales, etcétera.
Hacia Las Nasas fueron algunos tiradores, pero nada hubo. Los que cubren este sitio son Granizo: buena gente. Los grandes peces que hay en el río dan unos saltos tan fuertes y repetidos que en un principio nos hacían creer que era alguno que se arrojaba al agua y venía nadando. La oscuridad, grandísima. El fuego de San Sebastián sigue como ayer.
(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID).
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