sábado, 26 de octubre de 2013

CRONOLOGÍA - 6 DE OCTUBRE



CRONOLOGÍA - 5 DE OCTUBRE


CRONOLOGÍA - 4 DE OCTUBRE

* 4 DE OCTUBRE :

A la salida de Irún hallé un hermoso regimiento inglés que iba al puente del Bidasoa, magnífica música. El Regimiento de Laredo quedó en Irún, ( el de) Tiradores en Enacoleta, y (el) 1º Cántabro siguió a Sorueta, que está a la derecha de éste y bastante más elevado. Tenemos a retaguardia y bastante próximo un campamento inglés con buenas tiendas, etcétera. El día, precioso.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA.1813-1814 - MATIAS DE LA MADRID)

CRONOLOGÍA - 3 DE OCTUBRE



jueves, 24 de octubre de 2013

CRONOLOGÍA - 2 DE OCTUBRE


2 de OCTUBRE : 

* Entró mi regimiento de servicio y yo de guardia de principal.
En la noche llovió mucho .

( DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

CRONOLOGÍA - 1 DE OCTUBRE

1 de OCTUBRE :

* MAGISTRADO CIVIL :

- Para el alcalde de la Villa de Andoain.







1 de OCTUBRE :

* Después que amaneció hubo examen por compañías, mandadas por los comandantes de ellas.

CRONOLOGÍA - 30 DE SEPTIEMBRE

30 de SEPTIEMBRE :

* MAGISTRADO CIVIL :
Para los Comisionados de la Ciudad de San Sebastián:


* AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN :

- Informada la Ciudad

- Se presentó oficio de D. José Vicente Urculla,

- Se avisa a los que han arrendado las casas

*DIPUTACIÓN DE GUIPUZCOA. TOLOSA:

Los Comisionados de la Ciudad de San Sebastián se dirigen a la Diputación.


30 de SEPTIEMBRE :

* A las nueve me relevaron y en seguida fui con la oficialidad de la brigada y demás que hay aquí a la iglesia a asistir a la función  que hacía mi regimiento por todos los que murieron de él en la batalla de San Marcial. Toda la oficialidad se presentó muy lucida y el general de la división vino de Irún a esto. Muy solemne, etcétera. Maniobró en El Arenal toda la brigada.

( DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

CRONOLOGÍA - 29 DE SEPTIEMBRE

29 de SEPTIEMBRE:

* Entró mi regimiento de servicio.

CRONOLOGÍA- 28 DE SEPTIEMBRE

28 de SEPTIEMBRE :

* Di la enhorabuena a nuestro general Porlier por haber sido promovido a mariscal de campo con motivo de la batalla de 31 de agosto, lo han sido también Sánchez Salvador, general de Estado Mayor del IV Ejército, y Rosillo, y después Castañón.

( DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

CRONOLOGÍA - 27 DE SEPTIEMBRE

27 de SEPTIEMBRE :

* Llegó la brigada habiendo hecho alto en Irún

CRONOLOGÍA - 26 DE SEPTIEMBRE

26 de SEPTIEMBRE:

*Por la mañana un coronel de ingenieros y el mayor de los mismos, Iglesias, trazaron a retaguardia de las baterías de mi regimiento un gran barracón como para 300 hombres, y un segundo de 200, además del de los zapadores, empezando a hacer.
Éste debe quedar dentro del fortín reducto.
No hubo por la tarde gran revista por el comandante general de la brigada por el mal tiempo. Me nombró éste aposentador de ella, y por eso me adelanté a Fuenterrabía a sacar las boletas, etcétera.

( DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

jueves, 10 de octubre de 2013

CRONOLOGÍA - 25 DE SEPTIEMBRE

25 de SEPTIEMBRE :

AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN :

Habiendo solicitado el cirujano D. Miguel Martin el pago de sus sueldos devengados, decrétase que se tenga presente para tiempo más oportuno, por no tener actualmente medios ningunos para cubrir los gastos más precisos e indispensables.

(LA VIDA COTIDIANA EN SAN SEBASTIÁN DESPUÉS DE LA DESTRUCCIÓN DE LA CIUDAD. 1813 - 1816. FERMÍN MUÑOZ ECHABEGUREN ).

25 de SEPTIEMBRE :

Se trabajó alguna cosa en el fortín que lleva un foso bastante ancho. La trinchera va muy adelantada. Hubo por la tarde revista de armas por el general y enseguida instrucción de compañía. El tiempo, mediano, y un viento que quería arrancar las barracas.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813 - 1814.MATIAS DE LAMADRID).

CRONOLOGÍA - 24 de SEPTIEMBRE

24 de SEPTIEMBRE:

Bajó mi Regimiento al retén, yo no por estar bastante mal.

CRONOLOGÍA - 23 de SEPTIEMBRE

23 de SEPTIEMBRE :

Entró de servicio mi Regimiento. La salva de ayer fue por haber cogido los ingleses la goleta francesa Liona, que hacía en toda la costa mucho daño.

CRONOLOGÍA - 22 de SEPTIEMBRE

22 de SEPTIEMBRE:

AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN:

Se ha recibido oficio de orden del Exc. Sir Thomas Graham en que dice haber dado las órdenes convenientes para evitar los daños que en las heredades causan las brigadas y especialmente sobre los frutos que están pendientes.

El Ayuntamiento, atendiendo a lo que verbalmente acaba de exponer el Regidor Almorza sobre el asunto

martes, 8 de octubre de 2013

CRONOLOGIA - 21 DE SEPTIEMBRE

 21 de SEPTIEMBRE :

AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN :

Considerando la urgente necesidad de despejar las calles de los escombros de que están llenas y que los propietarios

CRONOLOGIA - 20 DE SEPTIEMBRE

20 de SEPTIEMBRE :

MAGISTRADO :

Para el Jefe Político de esta Provincia.

El secretario del Ayuntamiento

AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN :

* Se tuvo presente

* El Ayuntamiento considerando la importancia de escoger

* Se confirma en su empleo

DIPUTACION DE GUIPUZCOA. TOLOSA :

* Se recibió orden del Mariscal de Campo

* Dióse cuenta de un oficio


20 de SEPTIEMBRE:

Entró mi regimiento en servicio. Hizo un día malísimo

CRONOLOGÍA - 19 DE SEPTIEMBRE

19 de SEPTIEMBRE :

Entré de semana.

THE EDINBURGH EVENING COURANT - 18 DE SEPTIEMBRE - Comentario final

"THE TIMES". LONDRES, MIERCOLES 15 DE SEPTIEMBRE 1813.
(Comentario final del periódico)

Se ha llevado a cabo otra gloriosa hazaña -

THE EDINBURGH EVENING COURANT - 18 DE SEPTIEMBRE (III)

III . NOMBRES DE OFICIALES HERIDOS Y DESAPARECIDOS EN EL ASEDIO DE SAN SEBASTIÁN, DEL 28 DE JULIO AL 29 DE AGOSTO

THE EDINBURGH EVENING COURANT - 18 DE SEPTIEMBRE (II)

II . EL DESPACHO DE T. GRAHAM

Oyarzun, 1 Septiembre 1813

Señor mío:

En cumplimiento de las órdenes

THE EDINBURGH EVENING COURANT - 18 DE SEPTIEMBRE

I . EL MAYOR HARE HA LLEGADO A ESTA OFICINA CON DESPACHOS DIRIGIDOS AL CONDE DE BATHURST, POR EL MARISCAL DE CAMPO, EL MARQUES DE WELLINGTON, CUYAS COPIAS SON LAS SIGUIENTES.

Lesaca, 2 de septiembre de 1813.

Señor mío;

Se abrió fuego

jueves, 26 de septiembre de 2013

CRONOLOGÍA - 18 DE SEPTIEMBRE

18 de SEPTIEMBRE.

* DIPUTACIÓN DE GUIPUZCOA.TOLOSA

Noticiosa la Diputación de que a pesar del largo tiempo transcurrido desde que las tropas de Graham tomaron la plaza de San Sebastián, no habían cesado el saqueo y la desolación de la ciudad, como lo representaban sus comisionados D. José María de Soroa, D. José Ignacio de Sagasti y D. Joaquín Luis de Berminghan; que sus desgraciados habitantes no hallaban seguridad personal para hacerse cargo, ya que no de sus casas destruídas, al menos de los escombros y restos que hubiesen quedado en ellas, ni los pobres marineros podían usar del puerto para la pesca y faenas de la mar, porque la tropa de la guarnición se oponía a ello, sin consideración a las autoridades civiles ya establecidas en la ciudad, se acordó acudir en queja al General Graham y al General Freyre.

Habiéndose salvado felizmente del incendio las Actas originales de Juntas y Diputaciones de esta Provincia, de más de un siglo, los legajos de correspondencia con la Corte, con los Tribunales del Reyno y con toda clase de autoridades, los fueros originales, otros papeles interesantes y el estandarte de la Provincia, las coronas de la Virgen y de San Ignacio de Loyola, sus ornamentos, otras piezas de plata y demás efectos de la Secretaría de ella, que se escondieron en el subterráneo de una casa de la ciudad y que luego se condujeron a Tolosa, se acordó ponerlo en conocimiento de todos los pueblos para que tuvieran noticia de este servicio importante, llevado a cabo por el Secretario de la Provincia.

Así se hizo por medio de una circular.

* MAGISTRADO CIVIL : 
 Para la Villa de Ernani.

Agradeciendo su obsequio de doce velas de cera de a tres en libra que se le pidieron para la función de la Constitución en la Parroquia de San Vicente, con deseos de pagarle el importe en tiempos mejores que el actual.

(LA VIDA COTIDIANA EN SAN SEBASTIÁN DESPUÉS DE LA DESTRUCCIÓN DE LA CIUDAD. 1813-1816 - FERMÍN MUÑOZ ECHABEGUREN)

martes, 24 de septiembre de 2013

THE EDINBURGH ADVERTISER - 17 DE SEPTIEMBRE

THE EDINBURGH ADVERTISER

Viernes, 17 Septiembre 1813 - 5.188

EDIMBURGO
¡GLORIOSAS NOTICIAS!
¡SAN SEBASTIÁN TOMADO!
DERROTA DE LOS FRANCESES EN SILESIA
DERROTA DE LOS FRANCESES EN PRUSIA
DERROTA DE LOS FRANCESES EN BOHEMIA
DERROTA Y MUERTE DEL GENERAL FRANCÉS VANDAUME
VICTORIA OBTENIDA POR EL HEREDERO DEL TRONO Y MUERTE DEL GENERAL GIRARD
DERROTA DE LOS FRANCESES POR EL GENERAL BLUCHER

CAÍDA DE SAN SEBASTIÁN

Por fin tenemos la alegría de poder anunciar la caída de esta plaza, a la que se le ha llamado el Gibraltar del norte de España.

CRONOLOGIA - 17 DE SEPTIEMBRE

17 DE SEPTIEMBRE

AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN : 

* Estando señaladas las diez horas de la mañana del próximo domingo para la publicación y jura de la Constitución en la Parroquia de San Vicente, es indispensable tener al menos el altar mayor iluminado decentemente, pero que la Ciudad ni tiene velas de cera ni medios para conseguirla. En tal situación se acordó pedir a la Villa de Ernani doce velas de cera de a tres en libra, para pagar su importe por la Ciudad a luego que se vea con fondos.

* Se ha leído un oficio de D. Juan José Vicente de Michelena que dice así : Tiene el honor de escribir a VS en doce del corriente y reitero mi súplica. Considerando la situación dolorosa de hallarse quemada la mayor parte de este nuestro hermoso pueblo de mi nacimiento por un incendio ordenado o tolerado; después de haber sido tomado y saqueado por tropas aliadas inglesas y portuguesas, con esta representación dirijo mi escrito a D. Xabier de Castaños.

* Al Exc. Sr. Xavier de Castaños.

Considerando la calamidad de los antiguos vecinos y moradores de nuestra desolada ciudad, tomo la libertad de hacer a VS esta reverente representación, impelido del deseo de contribuir a su alivio en cuanto pueda, así como al mío, por los medios que tengo pensados para el efecto, sin perjuicio de los de VS.

Mi objeto es que se reedifique, sea en el antiguo orden o de nueva planta y el socorrer de luego a luego a los propietarios o poseedores de las casas quemadas, a los censalistas y a todos los habitantes que con su profesión o industria no puedan ganar la subsistencia.

A los primeros,

17 de SEPTIEMBRE :

* Fui de avanzada a este monte con veintidós hombres, dos cabos y un sargento.

CRONOLOGIA - 16 DE SEPTIEMBRE

16 de SEPTIEMBRE

* DIPUTACIÓN DE GUIPUZCOA. TOLOSA :

Se acordó poner en noticia de Lord Wellington que más de ocho mil almas de la fiel San Sebastián andaban errantes, sin domicilio, sin ropa, sin medios de subsistencia, desde que quedó sumergida entre escombros; que ninguno encontraba fuera de ella a qué dedicarse, ni dónde ganar su sustento diario y que su suerte era de aquellas horribles, que ni en el transcurso de siglos enteros presenta la historia.

Se acordó también pedirle que se sirviera escuchar con benevolencia las súplicas que le dirigieron estos infelices habitantes y que les concediera las gracias que solicitaban para la reposición del pueblo y socorro de los mismos y tengan la acogida a que son acreedores.

Al mismo tiempo se acordó dejar a la disposición de la ciudad el Convento e iglesia de San Francisco para pasto espiritual y abrigo de los habitantes, así como los diezmos del Antiguo perciba el Ayuntamiento de la misma para invertirlos en las operaciones más precisas, en alivio de sus habitantes, con deducción de 300 ducados que se destinaban al Vicario.

* MAGISTRADO CIVIL

Para la población de Alza.

Para sustraer los escombros que se hallan amontonados en todas las calles y que embarazan el paso a los que llegan a la ciudad y transitan por ellas, y deseando dejar libres y expeditas las calles  más principales o aquellas por donde debe transitar la gente y siendo preciso para esta operación algunos hombres, pido a VS vivamente haga reunir todos los hombres que pueda en su feligresia y disponga que todos ellos vengan con sus azadas, palas y cestas a esta ciudad, mañana para las seis sin falta alguna.

Confio en el acreditado celo de VS.

* DIPUTACIÓN DE GUIPUZCOA. TOLOSA : 

José Ygnacio de Sagasti, José María de Soroa y Soroa, Joaquín Luis Berminghan  a la Provincia de Guipuzcoa.


16 de SEPTIEMBRE:

Estaba dormido en la barraca de la guardia cuando desperté a unos tiros que había en el vado de Saraburo como a las 11 de la mañana (sic), a cuya hora me daba en todo el cuerpo la luna hermosa que hacía.

CRONOLOGIA - 15 DE SEPTIEMBRE

15 de SEPTIEMBRE

* AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN:

Se ha recibido oficio del Coronel Comandante de esta Plaza pidiendo velas de sebo para el alumbrado del Hospital militar de esta plaza. Acordó el Ayuntamiento se haga presente a su Señoría no hallarse la Ciudad en estado de poder suministrar velas por no haberlas ni tener medios ningunos para hacerlos traer.

- Se presentó el tamborilero Vicente Ibarguren, único juglar de esta ciudad y pidió a la misma se sirva nombrarle por Alcayde de su Real Cárcel, permitiéndole pasar a ocupar una de las piezas de este edificio.

- El Comandante del Regimiento nº 15 pide dos carros para transportar armamentos pertenecientes a su Regimiento, a la ciudad de Vitoria.

* MAGISTRADO CIVIL :

 - Al Alcalde de la Villa de Pasages.

Ahora que son las siete y media de la noche, se me ha comunicado una orden verbal del Coronel Comandante de esta Plaza, relativo al apronto de tres lanchas grandes de pesca para el transporte de los prisioneros franceses desde esta ciudad al puerto de esa Villa.

- Para las Justicias de ambos Pasages, Renteria, Hernani, Orio y Zarauz.

Debiendo hacer la publicación y jura de la Constitución en la Parroquia de San Vicente y nombrar de nuevo Ayuntamiento de esta ciudad,

- Para los Señores Comisionados de la Ciudad de San Sebastián que se hallan actualmente en Tolosa.

Me he dedicado estos días a hacerme cargo de las dos Parroquias y a procurar no se atente a las propiedades y escombros.

15 de SEPTIEMBRE:

* A la una y media de la mañana bajé con mi regimiento al retén del monte de Los Lobos donde estuvimos hasta que salió el sol. Pasamos gran frío. A la vuelta estuve en la trinchera que se está haciendo sobre el monte de San Carlos.

CRONOLOGIA - 14 DE SEPTIEMBRE

14 de SEPTIEMBRE

*DIPUTACIÓN DE GUIPUZCOA. TOLOSA : 

Dio parte D. José María de Echeverría de que se habían salvado los papeles y se acordó que pasasen seis yuntas de bueyes con sus carros a recogerlos y se condujeran enseguida a Tolosa, entendiéndose con las autoridades competentes para que con una escolta de voluntarios se conduzcan para la noche a esta Villa.

*AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN: 

Se ha leído memorial de Sebastián Echeverria, Mayoral del partido de Ibaeta en que expone que a las brigadas

*MAGISTRADO CIVIL : 

Son diferentes las quejas

* MAGISTRADO CIVIL:

- Para D. Vicente de Oyanarte

Para la jura de la Constitución

14 de SEPTIEMBRE:

* Fui nombrado por el coronel para hacer una sumaria al capitán Rubín, ayudante del general Bárcena, sobre los motivos que ha tenido para no revalidar su despacho en la Junta de Asistencia que mandaba el decreto de Su Majestad de 10 de agosto de 1810, y tuve que ir a Irún, etcétera. Los ingleses están haciendo un reducto en una altura camino de Fuenterrabía y siguen en el de la salida de Irún. Entró mi regimiento de servicio.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA.1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

CRONOLOGÍA - 13 DE SEPTIEMBRE

13 de SEPTIEMBRE

* AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN: 

D. José Ignacio Iradi, Capitán de este Puerto expuso que el Comandante del bergantín británico de guerra se halla extrayendo los cables, velámenes, anclas de hierro y otros útiles existentes en la Casa Torre y que pertenecen al Consulado y particulares. En consecuencia se acordó pasar inmediatamente al Sr. Coronel Comandante de la Plaza el oficio siguiente:

* MAGISTRADO CIVIL:

-  Para el Coronel Comandante de esta Plaza.

Acaban de asegurarme que el Comandante del bergantín británico de guerra fondeado en este puerto se ha apoderado de propia autoridad de los cables, anclas, velámenes, hierro y otros útiles que estaban almacenados en la Casa Torre situada al remate del Muelle de este Puerto.

Todos estos objetos y demás existentes en el almacén son pertenecientes al Consulado y particulares y se hallaban destinados para el servicio de los buques que podían arribar al mismo puerto.

Pide que dicho Comandante acuda a la autoridad civil solicitando y se le ordene haga la devolución de todo lo tomado del almacén, o necesitándolos, los sirva bajo resguardo acudiendo a la autoridad civil en solicitud, como se ha practicado en todo tiempo por los demás Comandantes y Capitanes.


* AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN:

- Se dio permiso a Pedro Angel Aramburu y su mujer Maria Martina de Urquia para que desde hoy puedan habilitar la Casilla inmediata a la Puerta de Tierra provisionalmente y sin perjuicio de dejarla desocupada a la intimación de la Ciudad, en el caso de necesitarla la misma para sus fines particulares o para darla cualquier destino, debiendo arreglarse la renta que han de pagar por ella, ambos marido y mujer en el tiempo que la ocuparen.

- Da aviso de atención Geronimo de Usobiaga solicitando del Sr. Coronel Comandante de esta Plaza  su permiso para construir  entre la casa de D. Domingo Noye y la que habitaba el armero Vergara, una casuca o tejabana y establecer en ella su fragua, con la idea de trabajar en su oficio de herrero; que su Señoría se preste a dar la licencia pretendida previa conformidad del Ayuntamiento.

- Se hace presente haber sido nombrado por la Diputación, para administrador de derechos de guerra de esta ciudad, D. Joaquín Gregorio de Goycoa y administrador principal a D. Joaquín de Caresse.


* MAGISTRADO CIVIL :

- Para el Coronel Comandante de esta Plaza.

Debiendo hacer la publicación y jura de la Constitución de la Monarquía Española la mañana del domingo próximo 19 del corriente mes y hallándose la Parroquia de San Vicente desocupada y puesta en estado de poder celebrar este acto en ella, tenga a bien dejar ami disposición dicha Parroquia y la de Santa María, haciendo retirar la guardia y centinela que se hallan en sus atrios o cementerios.

(LA VIDA COTIDIANA EN SAN SEBASTIÁN  DESPUÉS DE LA DESTRUCCIÓN DE LA CIUDAD. 1813-1816 - FERMIN MUÑOZ ECHABEGUREN)


13 de SETIEMBRE:

*Estuvo aquí Lord Wellington con otros tres a mediodía. Por la tarde hubo instrucción de compañía. Trece días hace que se empezó en el monte de Los Lobos una gran trinchera en que trabajan 100 soldados y la compañía de zapadores, unos y otros de la brigada. En la orden de hoy de la brigada se nos dice se va a hacer una sumaria información sobre el hecho del granadero del 1º. Cántabro, Gregorio García, que el 31 mató dos franceses a bayonetazos, para pedir la Cruz de San Fernando para él. Se nos pasa un francés, que dice que en la batalla del 31 perdieron mucha gente y hace subir la pérdida entre muertos, heridos y prisioneros a 6.000. Los coroneles (franceses) del 118, 119 y 122 fueron muertos y otros tres jefes del batallón, y un general de brigada y el de división, La Martinière, heridos. Oficiales dice que muchísimos. No puede menos porque nuestros heridos apuntaban con muchísima calma y tiro. Al famoso general Gautier le dio un cólico en la batalla.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA.1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

viernes, 20 de septiembre de 2013

CRONOLOGIA - 12 DE SEPTIEMBRE

12 de SEPTIEMBRE:

* AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN :

Desde el barrio de Zubieta se dirige al Duque de Ciudad Rodrigo.

* MAGISTRADO CIVIL :

- Para el Coronel Comandante de la Ciudad de San Sebastián

Los pilotos y propietarios de lanchas que se expresan al margen me han manifestado sus deseos de emplearse en la pesca y conducción de los buques que pretenden llegar a este Puerto. Se pide de sus órdenes para permitir la salida del Puerto y su entrada en él

* DIPUTACIÓN DE GUIPUZCOA. TOLOSA:

Enterada  la Diputación de que había bastante fuego todavía


* DIPUTACIÓN DE GUIPUZCOA. TOLOSA:

Se recibió un oficio del Exc. General en Jefe del 4º Ejército en que comunica que el Duque de Ciudad Rodrigo manda que se presente el Arquitecto

12 de SEPTIEMBRE : 

* Pasó revista de armas el comandante general de la brigada y tuvo ésta gran parada. Se hizo el manejo del arma, se formó en columna por compañías sobre el 2º. Regimiento y Laredo, etcétera. Por la mañana bajé con mi Regimiento al retén. Esto se hace dos a tres horas antes de amanecer.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

jueves, 19 de septiembre de 2013

CRONOLOGÍA - 11 DE SEPTIEMBRE

11 de SEPTIEMBRE

* AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIAN :

Hallándose convencidos todos de la urgente necesidad de hacer publicación de la Constitución de la Monarquía española esta misma mañana

* AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIAN :

Se da cuenta de que el Convento de las Religiosas Carmelitas Descalzas de Santa Teresa se halla incendiado y que cuantos ha recurrido a apagar el fuego no lo han conseguido.

11 de SEPTIEMBRE :

De Irún está el campamento inglés que forma la línea,

martes, 17 de septiembre de 2013

CRONOLOGIA - 10 DE SEPTIEMBRE

10 de Septiembre 

AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN: 

En la Ciudad de San Sebastián y pieza destinada por el Ayuntamiento para la celebración de sus sesiones, se juntaron los señores S. Miguel Antonio de Bengoechea, D. Manuel de Gogorza, Alcaldes y Jueces ordinarios, D. Santiago de Classens y D. José María de Eceiza, Regidores. Estando reunidos sus Señorías por testimonio de mí el infrascrito Secretario del Ayuntamiento de la misma, acordaron lo que sigue:

Habiéndose introducido en la ciudad los Alcalde, Regidores, Secretario y otros vecinos, se presentaron los primeros al Coronel del Regimiento nº 15 portugués que está ejerciendo las funciones de Comandante de la Plaza y prometió a sus señorías prestará al Magistrado todos los auxilios que se le pidieren en alivio de los habitantes y encargó al Ayuntamiento dirigiese todas sus pretensiones al mismo, en la inteligencia de que serían escuchados con gusto y aun atendidos oportunamente.

A petición del Ayuntamiento, dió el Sr. Coronel Comandante sus órdenes a la guardia de la Puerta de Tierra para que impida en esta Ciudad la entrada a todas las personas,a menos de aquellas que serán indicadas por el Alguacil Jáuregui, a quien se previno no permita la salida o extracción de la ciudad de efecto, género u objeto alguno, antes bien, detenga a cuantos intentasen substraerlos y los deposite en paraje seguro.

Con lo cual se concluyó esta acta de que dando fe firmo yo el Secretario.
Ante mí Jph. Joaquín de Arizmendi.

(LA VIDA COTIDIANA EN SAN SEBASTIÁN DESPUÉS DE LA DESTRUCCIÓN DE LA CIUDAD  1813-1816. FERMIN MUÑOZ ECHABEGUREN).


10 de SEPTIEMBRE :

Se enterró a Lama y asistió la oficialidad del regimiento,húsares de Cantabria y otros. Fue bastante solemne. Pasó por aquí una brigada portuguesa de las del Sitio de San Sebastián que va para Vera.
Buena gente.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814 . MATÍAS DE LAMADRID)

ACTASDE ZUBIETA - ACTA TERCERA

Junta tercera celebrada en Zubieta en la tarde
del día 9 de Septiembre de 1813.
ACTA TERCERA
En la Comunidad de Zubieta y su casa solar de Aizpúrua, jurisdiccion de la M. N. y M. L. Ciudad de San Sebastian, dadas las tres
horas de la tarde de hoy, nueve de Septiembre de mil ochocientos y
trece, se juntaron los Sres. D. Miguel Antonio de Bengoechea, don
Manuel de Gogorza, Alcaldes ; D. José Santiago de Claessens, D. José
Maria de Eceiza, D. Joaquin Bernardo de Armendariz, Regidores y
Síndico, todos capitulares de la misma Ciudad; D. José Maria de Soroa y Soroa, D. Bartolomé de Olózaga, D. Evaristo de Echagüe, don
José Ignacio de Sagasti, D. Joaquin Luis de Bermingham, D. Francisco Antonio de Barandiarán, D. Manuel Riera, D. José Fermin de
Minondo, D. Sebastian Ignacio de Alzate, D. Manuel Vicente de
Añorga, D. José Manuel de Aizpúrua, D. Juan Fermin de Irigoyen
Araeta, D. Juan Miguel de Aizpúrua, D. Domingo de Galardi, don
José Joaquin de Lasarte, D. Juan José de Goya, D. Juan Miguel de
Zatarain, D. José Antonio de Alliri y D. Juan Agustin de Añorga,
vecinos de dicha Ciudad y de esta Comunidad. Hallándose reunidos
sus Señorias, por testimonio de mí el infraescrito Escribano público
numeral de dicha Ciudad (ac.º 1.º), se trató de proceder al nombramiento de electores, y todos por aclamacion y á conformidad de votos
reeligieron á los mismos capitulares anteriores, á saber : por Alcaldes á
D. Miguel Antonio de Bengoechea y D Manuel de Gogorza ; por Regidores, á D. José Santiago de Claessens, D. José Maria de Leizaur,
D. José Maria de Olózaga, D. José Maria de Eceiza, D. Pedro Fermin
de Minondo, D. José Antonio de Parraga ; por Síndico, á D. Joaquin
Bernardo de Armendariz, y habiendo jurado los que se hallaban pre-sentes el recto exercicio de sus empleos, tomaron posesion sin contradiccion alguna : tambien quedó reelegido el Jurado de esta Comunidad, D. Manuel de Añorga.
(Ac.º 2.º) En seguida se trató del nombramiento de comisionados
para conferenciar con la Diputacion sobre los medios de repoblar la
Ciudad, é indemnizar á sus vecinos y habitantes de las incalculables
pérdidas que han sufrido ; y teniendo los señores concurrentes la más
alta confianza en el patriotisino, luces y honor de los Sres. D. José
Ignacio de Sagasti, D. José Maria de Soroa y Soroa y D. Joaquin Luis
de Bermingham, les autorizaron plenamente para que, en nombre de
la Ciudad y todo su vecindario, se presenten á la Diputacion de la
Provincia, sugieran quantos medios les dicte su celo para reparar y
poblar cuanto antes á la Ciudad é indemnizar á sus habitantes : hagan
los recursos competentes, sea á nuestro Gobierno como al Británico,
nombrando en caso necesario un agente en Londres, que siga y active
los recursos ; dispongan y publiquen, si lo tienen por conveniente,
un manifiesto que exprese las circunstancias de la catástrofe de la Ciudad ; finalmente, pongan en planta todas las diligencias y medios, asi
para la indemnizacion de los daños, como para fomentar la repoblacion
de la Ciudad y restablecimiento de su comercio, obteniendo las gracias y privilegios más propios para el intento. Asimismo se facultó
a los mismos señores para que busquen dinero para atender á todos
los gastos sobre los Propios de la Ciudad, vendiendo de los cortes que
corresponden en los montes de la misma que estén en sazon, nombrando como se nombra por depositario de los fondos que produzca
al Sr. Alcalde D. Miguel Antonio de Bengoechea. Se comisionó tambien á los mismos señores para que, en nombre de todo este Congreso, manifiesten á la Diputacion los sentimientos de gratitud de que
se halla penetrado por la favorable acogida que ha prestado á la solicitud de la Ciudad, y por el vivo interes que ha tomado en su suerte.
(Ac.º 3.º) Rehabilitado ya el Ayuntamiento anterior, quedó encargado de convocar á los vecinos intra y extramurales de la Ciudad
que puedan ser habidos, á los de esta Comunidad, Aduna, Igueldo,
Alza, Partidos de Ibaeta, Antigua, Lugariz, Amara, Loyola y Calzada
de Pasajes, por cartas y por medio de los Mayorales y Diputados,
citándolos para que asistan á la Ciudad de San Sebastian á las nueve
de la mañana del doce del corriente, á la publicacion y juramento de
la Constitucion, y nombramiento de nuevo Ayuntamiento, que severificará tambien si es posible, y considerando ser muy importante y
de la mayor urgencia el que pase á la Ciudad el Magistrado á darse á
conocer á los Jefes militares, cortar con su presencia y providencias,
tomadas de acuerdo con ellos, el robo que aun dura, atraer y auxiliar
á los vecinos que quieran reconocer los escombros y restos de sus
casas, y en fin, instalarse, tomar posesion y dar principio al exercicio
de sus funciones, se acordó que mañana mismo, entre siete y ocho de
la mañana, salgan de esta Comunidad para la Ciudad los dos señores
Alcaldes y demás individuos del Ayuntamiento que se hallan presentes, asistidos de los vecinos que puedan acompañarlos, y que, entrando
en la Ciudad, se presenten al Gobernador, fixen su residencia por el
pronto en la casa de D. Bartolomé Olózaga, situada en la calle de la
Trinidad, al pie del Castillo, la cual con sola la hilera de casas de
aquella parte, se ha preservado únicamente del incendio, y la ha ofrecido para ese objeto el mismo Sr. Olózaga.
(Ac.º 4.º) Por último, muy reconocidos los dos señores Alcaldes,
Regidores y demás señores concurrentes vecinos intramurales de la
Ciudad, á la hospitalidad y afectuosa acogida que han debido á todos
los señores vecinos de esta Comunidad de Zubieta y á la mucha parte
que han tomado en la catástrofe de la Ciudad, manifestada con las más
sinceras y expresivas demostraciones de dolor y los más intensos y
vivos deseos de contribuir á su alivio, les manifestaron con las más
tiernas expresiones por sí y en nombre de toda la Ciudad, su fin y
eterna gratitud, á cuya demostracion correspondieron los señores vecinos de esta Comunidad que se hallan presentes, ratificando sus deseos
de contribuir en quanto alcancen sus facultades al mayor alivio de
todos los habitantes de la Ciudad, cuya pronta repoblacion y felicidades aseguraron ansiaban de todo corazón.
Con lo qual se concluyó esta Acta, y dando fe firmo yo el Escribano. — Ante mí, JOSÉ ELÍAS DE LEGARDA.

ACTAS DE ZUBIETA - ACTA SEGUNDA

Junta segunda celebrada en Zubieta en la mañana
del día 9 de Septiembre de 1813.
ACTA SEGUNDA
En la Comunidad de Zubieta y casa solar de Aizpúrua, á las nueve
y media de la mañana de hoy, nueve de Septiembre de mil ochocientos trece, en consecuencia de la convocatoria y citacion de ayer, se
juntaron los Sres. D. Miguel Antonio de Bengoechea y D. Manuel de
Gogorza, Alcaldes y Jueces ordinarios, D. José Santiago de Claessens,D. José Maria de Eceiza y D. Joaquin Bernardo de Armendariz, Regidores y Sindico ; D. Joaquin Antonio de Aramburu, Prior del Ilustre
Cabildo Eclesiástico ; D. Joaquin Santiago de Larreandi y D. Joaquin
Pio de Armendariz, Presbíteros Beneficiados, D. Joaquin Luis de
Bermingham, D. Bartolomé de Olózaga, Prior y Consul del Ilustre
consulado ; D. José Maria de Soroa y Soroa, D. Evaristo de Echagüe,
D. Sebastian Ignacio de Alzate, D. José Ignacio de Sagasti, D. Francisco Antonio de Barandiarán, D. Rafael de Bengoechea, D. Manuel
de Riera y D. Domingo Galardi, vecinos de la Ciudad de San Sebastian, y por testimonio de mí el infraescrito Escribano público de nú-
mero de dicha Ciudad, en ausencia del Secretario de la misma, que
salió esta madrugada á evacuar la comision que le dió ayer este Congreso, acordaron y resolvieron lo siguiente:
(Ac.º) Se prosiguió en la extension de la Memoria ó circunstanciada relacion de las atrocidades cometidas por las tropas aliadas al
tiempo y despues del asalto de la Plaza, y al concluirla llegó el Propio
que se envió ayer á la Diputacion Provincial, con la respuesta en la
que elogia el patriotismo de los que se reunieron en esta Junta, compadece y se lamenta con las más vivas expresiones de la catástrofe ocurrida, asegurando que coadyuvará por su parte con todos los medios
imaginables al alivio del vecindario y repoblacion de San Sebastian, y
por quanto desea informarse extensamente de todas las circunstancias
de la desgracia, y meditar y aprobar, segun las ideas de este Congreso, las medidas más eficaces para los fines arriba expresados, pide
se envien dos ó más individuos a tratar con la misma Diputacion sobre el competente remedio, con las instrucciones que les quiera dar
esta Junta, y por último, concluye dando facultades á la misma para
que nombre nuevo Ayuntamiento ó rehabilite al actual, con la condicion de que ha de ser interino este nombramiento, hasta que se pueda
proceder al del Ayuntamiento constitucional, previa publicacion y
juramento de la Constitucion, cuyos actos deberan practicarse quando determine este mismo Congreso ó el Ayuntamiento interino que
se nombre, el que ha de convocar á todo el vecindario para estos
actos.
En vista de esta respuesta de la Diputacion se acordó que por ser
ya medio dia se suspenda el nombramiento del Ayuntamiento y el
acordar lo demás que convenga, hasta esta tarde á las tres, á cuya
hora se reunirán los individuos del Congreso que permanezcan en estaComunidad, y serán tambien invitados los vecinos de la misma como
parte integrante de la Ciudad, cuyos vecinos son.
Y con tanto se concluyó esta Acta de que dando fe, firmo yo el
Escribano. — Ante mí, JOSÉ ELIAS DE LEGARDA.

ACTAS DE ZUBIETA - ACTA PRIMERA

Primera Junta celebrada en Zubieta, después de tomada, saqueada é incendiada la Ciudad por los ingleses y portugueses, y estando aún ardiendo sus edificios.

ACTA PRIMERA
En la Comunidad de Zubieta y su casa solar de Aizpúrua, jurisdiccion de la M. N. y M. L. Ciudad de San Sebastian, á ocho de Septiembre de mil ochocientos trece, se juntaron y congregaron, previo
mutuo aviso y acuerdo, viniendo, desde Pasajes, Orio, Usúrbil é Igueldo, donde se hallan provisionalmente con sus familias, los señores
D. Miguel Antonio de Bengoechea y D. Manuel Gogorza, Alcaldes y
Jueces ordinarios; D. José Santiago de Claessens, D. José Maria de
Eceiza y D. Joaquin Bernardo de Armendariz, Regidores y Síndico
del Ayuntamiento de la misma Ciudad, y D. Joaquin Antonio de
Aramburu, Prior del Ilustre Cabildo Eclesiástico; D. Joaquin Santiago de Larreandi y D. Joaquin Pio de Armendariz, Presbíteros Beneficiados ; D Joaquin Luis de Bermingham, D. Bartolome de Olózaga,
Prior y Cónsul del Ilustre Consulado ; D. José Maria de Soroa y Soroa, D. Evaristo de Echagüe, D. José Elias de Legarda, D. José Ignacio de Sagasti, D. Sebastian Ignacio de Alzate, D. Francisco Antonio
de Barandiaran, D. Rafael de Bengoechea, D. Manuel de Riera y don
Domingo de Galardi, todos vecinos de dicha Ciudad, á una conmigo
el infraescrito Secretario de Ayuntamientos de la misma, no habiendo
asistido otros muchos por no habérseles pasado aviso á causa de ignorarse su paradero por la total dispersion del vecindario; y despues de
un gran rato de triste y profundo silencio, interrumpido por los sollozos y lágrimas excitadas al verse reunidos los señores concurrentes,pálidos, macilentos, traspasados de dolor y desarropados los más, hablaron alternativamente los dos señores Alcaldes, aplaudiendo el celo
patriótico que manifestaban todos estos señores con haberse reunido
aquí, abandonando sus familias y olvidando sus particulares desgracias,
á tratar del partido que habia de tomarse en estas tristes circunstancias á favor de todo el vecindario, y agradeciendo los parabienes que
con lágrimas y con la efusión más sincera de sus corazones les dieron
los que no habían estado dentro de la Plaza durante el sitio, por haber
salido con vida dichos dos señores Alcaldes, Síndico y Presbítero Beneficiado D. Joaquín Santiago de Larreandi (ac.º 1.º), pidieron que se
ocupase desde luego el Congreso acerca de los medios que debian
adoptarse para reunir al vecindario y tratar de reparar sus pérdidas, si
es que podian repararse tantas muertes, heridas, violaciones de mujeres de todas edades, saqueo total de quanto encerraban las casas, tiendas y almacenes, y por último, el incendio general de toda la Ciudad,
que aun en este dia y en este momento mismo continúa, desde el
anochecer del treinta y uno de Agosto en que principió; siendo lo
más sensible y doloroso que todas estas muertes, heridas, violaciones,
saqueo total é incendio, hayan sido causados por las tropas que tomaron por asalto la Plaza; y por los ingleses y portugueses, nuestros
aliados, que habiendo sido recibidos, quando ganaron la brecha, por
los habitantes de la Ciudad, con vivas y aclamaciones, correspondieron bárbaramente con fusilazos, y se entregaron en seguida, la noche
del treinta y uno, y en todo el dia siguiente, á los mayores desórdenes y horrores, de modo que todo el vecindario tuvo que huir y salir
del pueblo el primero y dos del corriente, despavorido y medio desnudo ; y aun los dos señores Alcaldes hubieron de hacer lo mismo
por salvar sus vidas, viendo que quantos esfuerzos hicieron con los
ingleses y portugueses para contener las muertes, violaciones, pillaje y
fuego de las casas, eran inútiles é infructuosos.
El Congreso, sin embargo de hallarse atónito, asombrado y fuera
de sí con la horrorosa catástrofe que ha presenciado, y con la vista de
la desnudez y figura cadavérica en que han salido quantos se hallaban
dentro de la Plaza, por el atroz y bárbaro trato de los ingleses y portugueses; y a pesar de la miseria en que se hallan todos los que lo
componen, por haber perdido quantos bienes poseian, á resulta del
saqueo y subsiguiente incendio, olvidando en este momento sus particulares infortunios, recordó que en diversas anteriores épocas se ha abrasado la Ciudad de San Sebastian enteramente por incendios, aunque casuales, y que no obstante, por la constancia y amor de los habitantes á su nativo suelo, ha vuelto á repoblarse hasta el punto de
opulencia y esplendor que la hicieron célebre y famosa en ambos
hemisferios, utilísima al Estado y muy amada de los Reyes por sus
distinguidos servicios. Convino en que, imitando la magnanimidad de
sus antepasados, sin abatirse por la espantosa calamidad presente, se
debian poner todos los medios imaginables para la más pronta repoblacion de la Ciudad ; y considerando que el medio más eficaz de que
no se disperse y emigre á otras Provincias la parte del vecindario que
se ha salvado de la furia de los anglolusitanos, de conservar siquiera
los Templos y algunas casas, atraer los habitantes, reedificar la Ciudad
y conseguir del Gobierno algunos auxilios, es la creacion de un Ayuntamiento que reuna la voz, representacion y derechos de todos los vecinos y lleve el nombre de la Ciudad de San Sebastian para que suene
su existencia política, ya que ha desaparecido la física por su quema
total, resolvió, de comun conformidad, y ante todas cosas, escribir con
Propio á la Diputacion Provincial, que reside en Tolosa, la carta
siguiente, firmada por todos los que componen el Congreso :
«Habiéndonos congregado en esta Comunidad de Zubieta, juris-
»diccion de la Ciudad de San Sebastian, los infraescritos Alcaides, Re-
»gidores, Secretario del Ayuntamiento de la misma Ciudad, los de-
»más vecinos notables, Prior y Beneficiados del Cabildo Eclesiástico,
»no habiendo vuelto aún del asombro que nos ha causado la destruc-
»cion total de nuestra Patria, y sus atroces circunstancias, consideran-
»do que el punto principal que debe llamar nuestra atencion es que el
»pueblo no se disperse y que conserve su representacion y Ayunta-
»miento, recurrimos á la proteccion de V. S., para que se sirva rehabi-
»litar á los individuos del Ayuntamiento último para exercer interina-
»mente sus funciones, y convocar desde luego á los vecinos que
»pueden ser habidos, para publicar y jurar la Constitucion, y nombrar
»un Ayuntamiento constitucional.
»Los firmantes esperan de V. S. sin perder momento esta rehabili-
»tacion, y que nos descubra sus intenciones y dé sus luces á fin de
»reparar tan grandes desgracias y lograr la repoblacion de nuestra des-
»graciada Patria.
»Zubieta, jurisdiccion de la Ciudad de San Sebastian, ocho de
»Septiembre de mil ochocientos y trece.»
(Ac.º 2.º) Después de escrita, firmada y despachada la precedente
carta, se volvió á conferir sobre las atroces circunstancias con que hasido tomada la Plaza por los sitiadores, tratando á los habitantes de
una Ciudad tan patriótica, fiel y adicta á la gloriosa causa de la Nacion, mucho peor que si fuera enemiga ; mas todos los individuos del
Congreso sofocaron sus sentimientos particulares, conociendo importaba mucho conservar la reputacion de los aliados en un tiempo en
que iban á entrar en el territorio enemigo, y que perjudicaria á la causa
de la Nacion publicar en estas circunstancias su atroz y bárbara conducta. Sacrificando, pues, todo el Congreso unánimemente en favor
del bien general toda reclamacion sentida, fixó su atencion y esperanzas en el invencible Lord Duque de Ciudad Rodrigo, para quien se
dispuso y aprobó con entusiasmo la representacion siguiente, que
se encargó á los Sres. D. José Ignacio de Sagasti, D. José Maria de
Soroa y Soroa y D. Joaquin Luis de Bermingham la pusiesen en limpio y dirigiesen al Lord Duque, firmándola los tres en nombre de la
Junta:
«Excmo Sr. : El Ayuntamiento de la Ciudad de San Sebastian y
»una gran parte de sus principales vecinos, se hallan reunidos en el
»Barrio de Zubieta, jurisdiccion de la misma Ciudad, con el objeto de
»acudir á cuantos medios pueda sugerir la imaginacion para el alivio
»de los desgraciados habitantes de ella.
»Por un movimiento espontáneo y unánime se ha fixado la vista
»de los miembros de esta Junta en el Héroe de la Nacion, en el res-
»taurador de la independencia de España, en V. E., en fin, cuyas vir-
»tudes privadas dan tanto realce á su gloria militar. Nuestra confianza
»en la grandeza del alma de V. E. es ilimitada, y nuestro espíritu,
»aunque abatido, no nos conducirá á la desesperacion, si V. E. se
»digna protegernos con la generosidad propia de su carácter.
»El Congreso omitirá la relacion detallada de los tristes aconteci-
»mientos de San Sebastian, desde el treinta y uno de Agosto hasta el
»dia de hoy, por no renovar el intenso dolor que han debido causar
»en un corazon tan sensible como el de V. E., y se limitará á la men-
»cion en grande de una espantosa catástrofe.
»San Sebastian, Sr. Excmo., ha padecido un saqueo horrible con
»los demás excesos anexos á él, y un incendio de cerca de seiscientas
»casas, en el cual han consumido las llamas el valor de más de no-
»venta millones de reales. Este funesto accidente ha causado la ruina
»de más de mil y quinientas familias, y ha reducido las siete octavas
»partes á la desnudez absoluta y á la mendicidad, en un Pais, cuyos
»habitantes carecen de lo más preciso aun para su propia subsistencia,
»a resulta de haber sido ocupado por el enemigo durante cinco años.
»En medio de este caos de calamidades no se ha notado el menor»síntoma de tibieza en el constante patriotismo que ha
»manifestado desde el año de mil ochocientos y ocho esta infeliz
»Ciudad. Si nuevos sacrificios fuesen posibles y necesarios, no
»se vacilaria un momento en resignarse á ellos. Finalmente, si
»la combinacion de las operaciones militares, ó la seguridad
»del territorio español exigiesen que renunciásemos por algun
»tiempo ó para siempre á la dulce esperanza de ver reedificada
»y restablecida n uestra Ciudad, nuestra conformidad seria
unánime, mayormente si, como es justo, nuestras pérdidas fuesen
»soportadas á prorata entre todos nuestros compatriotas de la
»Península y Ultramar.
 »Moscow fué incendiado, y experimentó grandes pérdidas. La
»Europa entera conoce los felices efectos que produjo á la Rusia y á
»sus aliados esta enérgica resolucion ; pero las pérdidas de Moscow
»han sido indemnizadas por todo el imperio Ruso, y por la
»generosa nacion Británica. Y la infeliz Ciudad de San Sebastian,
»esta benemérita Ciudad, ¿será abandonada á su desgraciada
»suerte? No : San Sebastian no reclama en vano la proteccion del
»inmortal Duque de Ciudad-Rodrigo : los justos clamores de los
»habitantes de esta Ciudad serán trasmitidos por el Órgano de V.
»E. á nuestra Regencia, al Ministerio Británico, y á los corazones
»piadosos de esta ilustre Nacion ; y San Sebastian renacerá.
»Séanos permitido este feliz presagio inspirado por el alto
»concepto que tiene formado el Orbe de las bellas cualidades
»que adornan á V. E., y permítasenos tambien el reiterarle la triste
»situacion de mil y quinientas familias pobres de San Sebastian que
»andan errantes sin asilo y sin pan. Somos con la más alta
»consideracion de V. E. Muy rendidos servidores.—Zubieta ocho de
»Septiembre de mil ochocientos y trece.»
(Ac.º 3.º) Concluida la lectura de la Representacion
precedente, se ocupó la Junta en formar una Memoria de
todo lo ocurrido al tiempo del asalto, y despues que se apoderaron
de la Plaza los aliados, con lo que informaron extensamense los dos
señores Alcaldes, Síndico, Presbítero Beneficiado D. Joaquin
Santiago de Larreandi y otros va- rios vecinos que estaban dentro
de la Plaza, y hallándose extendiendo dicha Memoria, llegó aviso de
que se habia rendido esta mañana por capitulacion el Castillo de
la Mota, al que se retiraron los franceses el mismo dia del asalto, y
para cuya expugnacion no habia permitido el fuego que abrasaba
al Pueblo, tomar antes disposiciones activas. La Junta, en vista
de esta noticia, se apresuró á felicitar al General inglés, comandante
de las tropas aliadas, que ocupan la Plaza de San Sebas- tian, con
un oficio que resolvió lo llevase, y entregase yo el Secreta-rio, acompañado de uno de los Alguaciles de la Ciudad, que tambien se presentaron, y dicho oficio se extendió en los términos
siguientes :
«El Magistrado de esa Ciudad de San Sebastian, que se halla reu-
»nido en este Pueblo de su jurisdiccion, acaba de saber con la mayor
»satisfaccion que el Castillo de la Mota se ha rendido. Cree de su de-
»ber felicitar á V. E. por este acontecimiento en que interesa la causa
»comun, al mismo tiempo que su obligacion le impele á preguntar
»á V. E. si podrá trasladarse y tomar con libertad sus funciones en fa-
»vor de la causa de la Nacion y de los habitantes.
»A este fin se dirige á V. E, de cuya atencion espera se sirva ex-
»presarle si podrá disponer de los edificios, tanto de los que existan
»como de los derruidos, y tomar, en cumplimiento de sus deberes,
»las providencias que tenga por convenientes al mayor bien de los
»habitantes, sirviéndose V. E. expresarle el apoyo y auxilio que le
»dispensará de su parte. Renueva á V. E. su respeto, y ruega á Dios
»guarde á V. E. muchos años. — Zubieta ocho de Septiembre de mil
»ochocientos trece. — Al Excmo. Sr. General Comandante de las tro-
»pas aliadas en San Sebastian. »
Con tanto se disolvió por hoy esta Junta, quedando convocados
todos los señores concurrentes á esta misma casa de Aizpúrua, por
hallarse ocupada la Consistorial, para mañana á las nueve; y por mandado de la misma Junta firmé esta Acta, yo, el Secretario. — Ante
mi, JPH. JOAQUIN DE ARIZMENDI.

jueves, 12 de septiembre de 2013

LOS RESPONSABLES DE LA DESTRUCCIÓN - Las responsabilidades personales

Seguramente en las filas aliadas no era grande el número de los hombres desprovistos de todo sentimiento honrado; pero los tales figuraban en el primer término y arrastraron consigo a los muchos soldados perturbados por el alcohol que sabemos corrió con abundancia. Entonces, rota la disciplina, los sentimientos de violencia, exaltados hasta el delirio en el torbellino de sangre y fuego, se desbordaron por las calles y llegaron a disipar los mismos sentimientos humanos. El incendio producido por el rayo de la guerra en algunos lugares constituía una invitación a consumar lo que la fatalidad parecía respetar; y la lujuria, el pillaje y el crimen se adueñaron de los ánimos, incitados por apetito desenfrenado y ciega vanidad. (33)

Toda esta situación, naturalmente, no exime de responsabilidades personales a las tropas aliadas, aunque no faltaron entre ellos quienes supieron mantener los sentimientos de humanidad; e incluso algunos, tanto oficiales como soldados, arriesgaron y hasta perdieron su vida en el intento de frenar los excesos criminales de sus compañeros (34). 
Se les debe imputar la responsabilidad no sólo del pillaje, crímenes y violaciones cometidas, sino también de la quema de Ciudad. Aun reconociendo que en muchas partes pudo surgır fuego fortuito, el clima de horror y espanto que provocaron los soldados aliados en la población civil indefensa hizo imposible que ésta pudiera entregarse en la forma debida a sofocar el fuego, preocupada primordialmente de salvar la vida. 
Wellington asevera que sus soldados hicieron cuanto era posible por extinguir el fuego, pero la aseveración no resiste una honrada crítica. Las Representaciones del Ayuntamiento se quejan de que sus requerimientos de ayuda no obtuvieron de los soldados respuesta positiva. Solamente un batallón de portugueses se puso a trabajar en la extinción del fuego, pero al poco cesaron en el trabajo y se alejaron abandonando los instrumentos en el lugar. Una cosa hay clara en todo ello: las casas de la calle de la Trinidad, ocupadas por los oficiales, y las parroquias de Santa María y de San, Vicente, habilitadas como hospitales, no fueron afectadas por el fuego. Y esto no se puede explicar más que por una u otra de las hipótesis siguientes: a esos lugares no llegó la mano incendiaria de la soldadesca, o los aliados cuidaron de que a los mismos no se propagase el fuego. Quizás lo más verosímil sería admitir ambas hipótesis a la vez y en ese caso, ¿quién puede quedar convencido de que la tropа anglo-portuguesa no hubiera podido realizar lo mismo en otros lugares, si no en todos ellos?
La responsabilidad llega a afectar plenamente a los mismos jefes superiores. El general Gómez de Arteche condena a Graham de debilidad o por lo menos de incuria imperdonable, y sentencia que, en excesos como los que se cometieron en San Sebastián, es mayor la responsabilidad de los jefes que de la soldadesca, y todavía más terible cuando acaba por hacerse recaer sobre el general en Jefe, como hemos visto que la opinión general en España y el mundo entero la quiso atribuir a Wellington (35). 
En efecto, a pesar de su sobrenombre de Duque de Hierro, We- llington dejó en más de una ocasión de sacar todo el fruto posible de sus triunfos por la falta de disciplina de los soldados. Por eso se ha dicho de él que sabía obtener victorias pero no aprovecharlas. 18 días después de la batalla de Vitoria, por ejemplo, él mismo se queja de que todavía 12.500 hombres, casi todos ingleses, estaban ausentes y la mayor parte merodeaban por las montañas (36). 
Por otra parte nada hizo el Lord para que se le pueda exculpar de su responsabilidad. En nada, dice Gómez de Arteche reveló el célebre Generalísimo su saña por la herida que creyó se le infería en su carácter personal y militar, en nada como en sus contestaciones a las autoridades de la infeliz ciudad que le pedían su protección cerca del gobierno español y británico. Después de respuestas nada satisfactorias para los que no se cansaban de enaltecer su personalidad en los escritos que le dirigían, acabó en su despacho de 2 de noviembre por prohibirles toda comunicación con él en ese asunto (37).
 Mas si la inculpación del horroroso desastre recae sobre todos ellos, no hay por qué responsabilizar de ello a otras personas. No hay razón para extender el dedo acusador contra la noble nación inglesa o portuguesa, ni siquiera contra los ejércitos aliados que, al precio de su sangre, nos auxiliaron en nuestra Guera de la Inde- pendencia, sino contra aquellos soldados que tomaron parte activa en la pepetración de semejante crimen y contra los jefes y oficiales en cuyas manos pudo estar el reprimir el furor destructor de la sol- dadesca y no quisieron o no supieron hacerlo. 
A pesar de todo merece nuestro respeto la lápida que existe a la entrada de la calle de Jerónimo en nuestra Ciudad con la siguiente inscripción:
XXXI de Agosto de MDCCCХІIІ 
Los aliados tomaron por asalto esta ciudad 
Ocupada por el ejército invasor, 
La incendian, la saquean y degüellan 
Gran número de sus moradores 
Pero todavía merece más respeto de nuestra parte la otra lápida que se halla enfrente como testimonio perenne de que los hombres de San Sebastián han sabido inmediatamente sobreponerse en el pasado a las calamidades más espantosas y lo sabrán hacer también en el futuro:
VIII de setiembre MDCCСХІII 
reunidos en Zubieta los habitantes dispersos 
a consecuencia de la hecatombe del XXXI de Agosto 
acuerdan reedificar la ciudad 
presa todavía de las llamas 
 

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(33) Véase Ibidem, pág. 341. 
(34) BRIALMONT: Histoire, t. III, pág. 364, reproduce una carta en la que Wellington acusa a los soldados ingleses de la muerte de un oficial portugués que quiso impedir sus excesos.
(35) GÓMEZ DE ARTECHE, pág. 325. 
(36) Ibidem, pág. 244. 
(37) ANABITARTE: Gestión, pág. 290.

LOS RESPONSABLES DE LA DESTRUCCIÓN - ¿Cuál es la explicación?

Si esto es así como se dice, ¿cuál puede ser la explicación del tremendo desastre que provocaron los aliados al conquistar nuestra plaza? ¿Qué aguijón infernal les atizó para que en nuestra Ciudad mostraran una ferocidad más inhumana que en cualquier otro lugar y hasta cierto punto que en cualquier otro tiempo?

En su libro sobre el sitio de San Sebastián en 1813 el general francés Lamiraux contesta a esta pregunta con el siguiente párrafo: "Verdaderamente la única disculpa que debieron ofrecer los ingleses y sus partidarios a tan horrenda conducta para con una ciudad cuyos hijos les esperaban, como suele decirse, con los brazos abiertos y los aclamaban al penetrar en las calles como libertadores suyos y de la patria; la única disculpa, repetimos, era la de la mortandad que en los dos sitios les había causado el valor de los defensores. El segundo, al que estamos ahora refiriéndonos, había costado, en efecto, a los sitiadores sobre 500 muertos, entre ellos muchos oficiales de nota como el coronel Sird Richard Fletcher (creador de la línea Torres Vedras), Crawford y otros muy recomendables también, y 1.500 heridos, entre quienes lo fueron los generales Leith, Oswald y Robinson, los coroneles Hunt, Cameron Campbell y algunós más que hemos tenido ocasión de citar por tan entendidos como valerosos. Eso podría explicar en parte el furor de los que habían dejado su camino cubierto de sangre tan generosa y perdida la dirección de jefes tan acreditados y que tantas veces, además, los habían guiado a la victoria. Se comprende, empero, que ese furor se hubiese ensañado en los que les causaran tantas y tales bajas; pero, ¿qué les habían hecho los que salían de su morada a recibirlos con el gozo pintado en su rostro, y las mujeres, los ancianos y los niños que desde los balcones y ventanas de las casas los saludaban con sus pañuelos y aclamaciones" (30). 
Para Gómez de Arteche igualmente el revés sufrido en el asalto del 15 de julio y los sacrificios hechos en el segundo y definitivo, fueron la causa del horrible desastre de la infeliz Ciudad. Y más adelante insiste el ilustre historiador y general en que la rabia del vencimiento anterior, el anhelo más y más excitado del desquite, encendido en pechos heroicos pero ansiosos de venganza, harán ver el sacrificio inmerecido de la infeliz ciudad tan obstinadamente disputada (31). 
U'n observador retrata así a aquellos hombres en los instantes que precedían al asalto: "Había algo en su gesto que decía claramente que habían sufrido fatigas sin quejarse y visto caer a su lado camaradas y oficiales sin desmayar... lo habían soportado todo mientras cuerpo y alma estaban ocupados. Pero, ahora ante el asalto, tenían unos instantes para pensar, ahora que los sentimientos delicados se desvanecían ante el deseo de venganza y saqueo... Una quieta pero desesperada calma reemplazaba a su de ordinario ruidoso humor y sólo se advertía en su actitud una expresión de ansiedad semejante a la del tigre antes de saltar a su presa" (32).

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(30) Citado por GÓMEZ ARTECHE: Ob. cit., pág. 317. La Encyclopaedia Britannica, palabra Peninsular War, dice que la operación de San Sebastián produjo en total más de 3.700 bajas. 
(31) Ibidem, p 260 y 279. 
(32) Citado por OLAVIDE-ALBARELLOS-VIGÓN: Ob. cit., pág. 332, n. 3.

LOS RESPONSABLES DE LA DESTRUCCIÓN - No fue premeditado

No obstante lo dicho, no faltan suficientes razones para creer que la horrenda destrucción de San Sebastián no fue cosa premeditada, ni siquiera deseada. En este punto me viene el apoyo autorizado de los distinguidos militares Olavide, Albarellos y Vigón, bien conocidos entre nosotros, especialmente por su magnífica obra: Historia de las fortificaciones de San Sebastián. En un artículo publicado en común en la prensa donostirra en 1913 se expresaban en los siguientes términos que no tienen pérdida: 
"¿Tiene razón de ser, considerada militarmente, la idea de que el incendio y saqueo de San Sebastián en 1813 fueran, no ya ordenados, ni siquiera consentidos por Lord Wellington y por los Ge nerales, Jefes y Oficiales de los ejércitos aliados? 
Nuestra opinión es que tal idea no tiene razón de ser, que es errónea y que la fundamentamos en las breves consideraciones siguientes: 
Desde el punto de vista estratégico, la mira de Lord Wellington, en su avance victorioso de 1813, era llevar la guerra al Mediodía de Francia, abandonando su base de operaciones de Portugal y estableciéndola fuertemente en los Pirineos, con el sólido apoyo de Pamplona en su flanco derecho y de San Sebastián en el izquierdo; con lo cual, y siendo dueño del mar, su posición era fortísima y podía desarrollar una enérgica ofensiva en el territorio francés. 
Así decía en carta que desde Hernani dirigía el Conde Bathurst, con fecha 12 de julio: 
«Espero seremos pronto dueños de San Sebastián, y si nos establecemos bien en los Pirineos, serán precisos a los franceses grandes refuerzos para arrojarnos... Creo puedo guardar los Pirineos tan fácilmente como Portugal. Estoy seguro de poder conservar esta posición más fácilmente que el Ebro o cualquier otra de España».
Ahora bien: ¿cabe dentro de ese plan estratégico que el flanco izquierdo de su nueva base de operaciones, su apoyo marítimo, de cuya posesión podía esperarse que la verdadera base de operacio nes fuera la misma Inglaterra con inmensas ventajas económicas y militares, fuera un montón de escombros sin capacidad militar ninguna como tal punto de apoyo? Esto es inadmisible. 
Además, aun suponiendo que en la mente de Lord Wellington hubiera existido el propósito de la destrucción de San Sebastián, o por lo menos no le hubiera importado que así se hiciera, ¿no pudo hacerlo abreviando al mismo tiempo su rendición, con un bombardeo, como en Copenhague, y más cuando tan preocupado estaba con las maniobras de Soult y con los planes que Napoleón, después de Beautzen en el armisticio de Pleiswitz, podía desarrollar para levantar su ejército de España? Y, sin embargo, no lo hizo y siguió el Sitio su marcha, con areglo al plan propuesto.
La posesión de San Sebastián era de gran importancia en los planes militares del generalísimo inglés. La posibilidad de que Napoleón pudiera reforzar considerablemente al Duque de Dalmacia, sin que estuviera definitiva y sólidamente apoyado en la nueva base de operaciones, le hacía desear ardientemente la posesión de esta Ciudad; y no hay modo alguno de compaginar ese deseo con el de su destrucción o, al menos, con la indiferencia de que fuera o no destruida. Esto está reñido con el modo de ser de Lord Wellington, cuya característica era proceder serenamente con cálculo frío y meditado. Veamos ahora el asunto desde el punto de vista táctico. Tomada al asalto la Ciudad, su guarnición se retiró al Monte Urgull; la situación de los asaltantes, dedicados al incendio y al saqueo, era desventajosísima y pudo ser crítica y peligrosa para los aliados. Teniendo en frente, y muy próximo, a un enemigo valiente y decidido, con un jefe enérgico y animoso, ocupando el monte como reducto de seguridad y última defensa; habían demostrado los franceses desde el comienzo del sitio que no se limitaban a una defensiva pasiva, sino que aprovechaban todas las ocasiones para las reacciones ofensivas; y si bien los aliados ocupaban en toda la calle del 31 de Agosto los edificios más sólidos de San Sebastián, el incendio y el desorden en su espalda los colocaba en situación tan desfavorable que seguramente el General Rey la hubiera aprovechado si la guarnición no hubiera estado quebrantadísima después de tanta lucha. 
Uno posición, una línea de combate, con un obstáculo insuperable a su espalda, o por lo menos, las ruinas y el desorden, era para la línea de combate a lo largo de la calle del 31 de Agosto un verdadero obstáculo, un foso de fuego que les aislaba de los suyos y los entregaba a sus propios esfuerzos ante un enemigo sumamente resuelto. 
Pudo ser muy crítica la situación de los aliados a consecuencia del incendio y saqueo; así lo temió Lord Wellington cuando el 20 de julio escribía desde Lesaca al General Graham: "... y como el enemigo tiene su retirada al Castillo asegurada, y el medio de hacer salidas como quiera, los oficiales y soldados deben estar advertidos especialmente del peligro que había de desparramarse por las calles para tratar de saquear". Y si así pensaba el Generalísimo antes del asalto del 25 de julio, es natural que se afirmase en el mismo pensamiento antes del asalto del 31 de agosto. 
Tanto desde el punto de visto estratégico como desde el táctico, el incendio y el saqueo de San Sebastián era inconveniente y peligroso para los aliados, y por tanto no puede admitirse que Lord Wellington ni los Generales y Oficiales le ordenasen ni consintiesen" (28). 
Una opinión tan autorizada en el caso se ve confirmada por el mismo Wellington al afirmar que las fuerzas inglesas fueron las primeras víctimas del incendio y uno de sus oficiales, John Jones, se expresa más concretamente cuando asegura que el fuego del incendio se opuso poderosamente a los progresos del ataque al Castillo (29).

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(28) ¿Quién prendió fuego a San Sebastián? Carta abierta a don Wenceslao Crbea, en El Pueblo Vasco, 30 de setiembre de 1913.
 (29) BRIALMONT: Histoire, t. II, pág. 149.

LOS RESPONSABLES DE LA DESTRUCCIÓN - ¿Celo comercial?

Otra opinión atribuye la destrucción de San Sebastián al celo comercial de los ingleses. Más que una justificación de la conducta vandálica de los aliados, se trata de una explicación y, si se quiere, hasta de una circunstancia agravante que, de ser cierta, implicaría alevosía y premeditación. La opinión era sostenida más bien en los sectores hostiles a Inglaterra y viene a constituir un elogio innegable a la prosperidad de nuestra Ciudad. 
En sus cartas y escritos de justificación, Wellington, después de prometer que todos los culpables serán castigados. se indigna de ver atacados "en infames libelos unos hombres valientes v llenos de honor, incapaces de quemar una ciudad para satisfacer. como se pretende, una venganza comercial o cualquier otra venganza" (25). 
Por lo que expresa el biógrafo belga Brialmont, con estas palabras el Duque hace alusión a una carta del Conde de Villa-Fnertes. jefe político de la provincia de Guipúzcoa, en la que Graham era tratado duramente y en la que se atribuía el incendio de la Ciudad a celos comerciales de Inglaterra, "disgustada de aue el comercio de San Sebastián se hacía con Francia, con exclusión de Inglaterra". 
Entre los españoles corría la sospecha de que los ingleses no desaprovechaban la oportunidad para destruir nuestra industria v arruinar nuestro comercio, si no podían cuando menos hacerse con el control de los núcleos comerciales. La destrucción innecesaria de la magnífica fábrica de porcelanas del Retiro por parte de los aliados y sus intentos de establecerse en la plaza de Cádiz, si no de ocuparla, se interpretaban en este sentido por no pocos españoles (26). Estas sospechas se vieron de nuevo alimentadas con la destrucción de San Sebastián y las acusaciones en este sentido volvieron a hacerse patentes. Así el Diario Crítico de Sevilla, por el Setabiense expresaba que la destrucción de la magnífica fábrica de Porcelanas del Retiro y el incendio y quema de San Sebastián, no puede borrarse de la memoria de los españoles (27).

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(25) Véase BRIALMONT: Histoire, t. II, pág. 150. Por otra parte escribe textualmente: "Era imposible restablecer el orden en medio de un vasto incendio cuando los dos tercios de los oficiales habían sido muertos o heridos (unos 170 sobre 250) y cuando cierto número de habitantes, tomando partido por los franceses, disparaba sobre las tropas". 
(26) Véase GÓMEZ IMAZ: Los periódicos, pág. 11.
(27) Ibidem, pág. 101. La inculpación de los ingleses fue repetida en los años sucesivos. Véase, por ejemplo: JUAN ANTONIO ZAMACOLA: Historia de las naciones bascas. Escrita en 1818, pág. 175.

LOS RESPONSABLES DE LA DESTRUCCIÓN - ¿Por colaboracionismo?

Una de las excusas o justificaciones que manejó el partido inglés fue la de que San Sebastián era una ciudad afrancesada que había colaborado con el enemigo y hasta se. había visto disparar a los donostiarras contra las tropas aliadas liberadoras. En la Representación del 5 de febrero a la Regencia la Ciudad se queja de que "algunos periódicos nacionales, mal instruidos sin duda, insultan nuestra desgracia, y los de Londres, en particular el "The Pilot", la atribuye a nuestros crímenes de lesa nación". En efecto, el despacho reproducido en el apéndice documental de este periódico inglés está lejos de ser un modelo de delicadeza hacia la "bellísima Ciudad", destruida por el fuego inglés. 
Los donostiarras tomaron muy en serio la acusación de crimen de lesa nación, de afrancesamiento, en otras palabras, y dedicaron la primera y la última parte del Manifiesto a demostrar su patriotismo y refutar la acusación de colaboracionismo. En resumen, las razones que exponen pueden reducirse a las siguientes: 
El comandante francés de la plaza tuvo que prohibir la salida de los habitantes, porque iban a dejar la plaza casi desierta por el ansia que sentían de liberación.
 Los donostiarras tuvieron que sufrir bajo amenaza de muerte duras requisas, contribuciones extraordinarias, prisiones y deportaciones. Por la desconfianza que sentían hacia ellos, los franceses Tes despojaron el 7 de julio no solamente de todas las armas, sin excepción del espadín más inútil, sino cuantas cuerdas, escalas, picas, palas, azadones y herramientas de carpintería pudieron hallar. 
La congoja que les invadió al ver frustrado el asalto de julio y la prolongación de la defensa sólo encontraban consuelo en el auxilio a los prisioneros y la atención a los heridos aliados, hasta el punto que por exceso de celo en este menester algunas personas fueron recluidas en el Castillo.
Las muestras que dieron de su exaltado amor al Rey y del alto desprecio al intruso cuando el 8 de julio de 1808 paseó por las caIles donostiarras hasta el punto que obligaron al sufrido José a manifestar a uno de los alcaldes la sorpresa que le habían causado. 
Todas estas razones expuestas más extensamente en el Manifiesto se ven confirmadas, al menos negativamente, en otras fuentes. Ciudades hubo en España que prestaron juramentos de fidelidad a José Bonaparte e hicieron manifestaciones públicas de adhesión. Ciudades hubo en España que le recibieron con relativo entusiasmo. Ciudades hubo en España que merecieron por parte de los franceses una exención temporal de impuestos. Pero nada de esto ocurrió en San Sebastián y su nombre no figura bajo ninguno de estos conceptos en la colección de "Le Moniteur Universal" como figura el de otras poblaciones. 
Conocemos bien, por ejemplo, la actitud ostensiblemente reservada del pueblo donostiarra ante la visita de José Bonaparte, que contrasta con el entusiasmo que días antes manifestó en el-recibimiento de Fernando VII. Los tamborileros tuvieron que retirarse avergonzádos de la Plaza Nueva antes de la hora fijada porque ni siquiera a una niña se vio bailar y los balcones se hallaban cerrados y desiertos igual que la Plaza. Cuando José paseó por el muelle por Kai-arriba las mujeres, vueltas de espalda, se decían unas otras: "Guk ez degu nai au, bost eta bi beardegu guk", refiriéndose Fernando VII que son cinco y dos. El mismo pretendiente no pudo menos de desahogarse con uno de los alcaldes a quien ma- nifestó: "un error no es delito, otra vez que vuelva a esta ciudad me recibirán mejor" (22).
Sin embargo a estas manifestaciones se opone una frase del co- mandante francés Belmas que afirma que los donostiarras "mostraban una devoción sin límites por los franceses" (23). Se sabe que en San Sebastián hubo bastantes suscriptores de la Enciclopedia, con- cretamente parece que fueron 16, y, además de haber en ella no pocos residentes de la nación vecina, no faltaban "guripleyadas" o afrancesados y, empleando una expresión moderna, hasta "colabo- racionistas", como los que ocuparon los puestos de autoridad du- rante la ocupación. Pero esto no era exclusivo de nuestra Ciudad, sino común a otras, y ellos pertenecían siempre a la minoría bur- guesa, mientras que el pueblo, en expresión de Soraluce, era archi- patriota. Mas los mismos afrancesados debieron cambiar de ideas o actuaron con prudencia, porque el Manifiesto expresa que en los cinco años de ocupación los oficiales franceses no lograron introdu- cirse en una sola casa decente. Esto último se ve confirmado por la carta del Mariscal Alava a San Sebastián, de que más arriba hemos hecho mención, en la que elogia los sentimientos patrióticos de la Ciudad y atestigua que el mismo Duque conoce esos sentimientos.
Más personal es la excusa que pretende Napier. El teniente coronel inglés, a pesar de su actitud despectiva hacia los españoles, tuvo suficiente honradez para condenar "las atrocidades que hubieran cubierto de vergüenza a los puęblos más bárbaros de la anti- güedad" que cometieron los aliados en San Sebastián, donde "la más espantosa, la más repugnante crueldad fueron a unirse a la momenclatura de todos los crímenes". Mas al militar inglés no se-le ocurre excusa más peregrina para justificar tales crímenes que el despecho producido a los aliados "la ingratitud y mala correspon- dencia española en Talavera, que hasta el fin de la guerra mantu- vieron una constante aversión y desprecio a los españoles". La excusa parece tan pueril que no merece la pena de refutarla y menos cuando en aquellos mismos tiempos no faltó quien refutase las teorías de este autor (24).

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(22)Sobre el recibimiento a José Bonaparte véase BALDOMERO ANABITARTE: Gestión del Municipio de San Sebastián en el siglo XIX (San Sebastián, 1903), pág. 25. 
(23) BELMAS: Journaux, pág. 594, citado por BRIALMONT: Histoire du Dис W'ellington, t. II, pág. 119. 
(24) José CANGA ARGÜELLES: Observaciones sobre la Historia de la Guerra de España, que escribe en inglés el teniente coronel Napier, publicadas en Londres, año de 1830, y reimpresas en virtud de orden de S. M., t. II (Madrid, 1835), págs. 276-8.