miércoles, 8 de mayo de 2013

CRONOLOGÍA - 31 DE AGOSTO - TOMA DE SAN SEBASTIÁN

* 31 DE AGOSTO :

TOMA DE SAN SEBASTIÁN

Viendo Wellington lo bien que conservábamos nuestra posición, y que el enemigo con todos sus esfuerzos no podía romper nuestra línea, ni arrojar a los aliados de las alturas de San Antón, dispuso se diese el asalto  a San Sebastián a las once de la mañana. Así se verificó, perdiendo los aliados en la brecha, y nuevos estorbos, como 2.000 hombres, habiendo dado pruebas de su acreditado valor . Los franceses se retiraron al castillo y dejaron en poder de ellos 270 prisioneros. Los portugueses creo pagaron muy bien el palo, como les ha sucedido otras veces, pues los ingleses, a lo Napoleón, exponen bastante a los aliados o extranjeros.

Los excesos que cometieron los ingleses, como los portugueses, no tienen cuento, y jamás estas dos naciones se quitaron el horrible borrón que aquí echaron a sus glorias. Cual si la infeliz ciudad fuese de enemigos, los más implacables la saquearon cruelmente, mataron a varios de sus desdichados moradores, y por último la incendiaron, quedando esta hermosa población hecha ceniza, excepto unas 34 casas.

CRONOLOGÍA - 31 DE AGOSTO - BATALLA DE SAN MARCIAL

* 31 DE AGOSTO : 

BATALLA DE SAN MARCIAL 

Al amanecer me avisaron de que se sentía fuego hacia San Marcial e inmediatamente tomé el camino para este campamento logrando así hallarme desde un principio en batalla tan señalada. El 30 se observó que los enemigos que teníamos al frente habían sido reforzados según supimos después por 10.000 hombres. Laredo

CRONOLOGÍA - 31 DE AGOSTO

* 31 DE AGOSTO :

Aquí fue la sangrienta batalla que tuvimos hoy y duró trece horas. Este campamento está entre el de Porto y Enacoleta, siendo su elevación media, de modo que no es tanta como de éste, y bastante más que aquél. Cubre el centro de la línea y los puertos de Llorribate, vados de Alunda, Saraburo, Casa de Lodienca, monte de los Lobos y el de San Carlos (en éste estuvo en la anterior guerra la batería del mismo nombre), a cada uno de los que baja un oficial con proporcionado número de soldados, y por la noche cubren  toda la margen del Bidasoa, poniéndose todas en comunicación, y con las tropas de Porto y Enacoleta. El campamento está formado delante de la ermita de San Marcial, en sitio llano, a la derecha tiene una altura pequeña que le separa del de Soroya, aunque distan algo. Desde el campamento al mío bien habrá media legua, por lo regular bastante agria.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

EL ASALTO DEL 31 - Observaciones sobre la marcha de las operaciones del sitio.

Al considerarlas y especialmente al estudiar el desarrollo del asalto del 31 de Agosto, propende el ánimo en primer término, a rendir tributo de admiracion ante la bravura y tenacidad de que dieron muestra, sitiados y sitiadores.
En ambos campos, al iniciarse el choque, habían, tanto en el mando, como en las tropas, la firme voluntad de vencer a todo trance; a pesar de la conviccion que los mas tenían de lo arduorel empeño, y los otros, de la imposibilidad de un éxito final; y esa firme voluntad de vencer, condicion primera del triunfo, subsistid en ellos durante las primeras horas de aquella obstinada lucha, outo término, a no mediar el accidente de las voladuras, de los repuestos, no hubiera podido conjeturarse.
Pero si lo mismo el mando que las tropas, evidanciaron las mấs sólidas y esenciales virtudes militares, preciso es reconocer, que en la direccion de las operaciones, estuvieron los aliados poco afortunados. Desde el principio se descontaba la necesidad de sacrificar gran numero de vidas, sin duda por la experiencia de Sitios anteriores, ехреriencia que hubiera debido servir para aminorarlas. Y sin duda, esa idea de que el asedio había de resolverse con una accion de vigor, junto con el deseo de abreviar la operacion determind, como en los otros Sitios,el propósito de simplificar los trabajos y de precipitar la apertura de brecha, en la que, a fuerza de hobres, había de producirse el desenlace; y todo ello determind el irregular desarrollo del ataque. No eran las defensas de la Plaza, ni su artillado, ni su guarnicion, extraordinariamente fuertes; pero si lo bastante para que se les concediese alguna importancia; y frente a la Plaza no habfia más que dos proсвdimientos; o el ataque regular para los procedimientos clásicos, o el ataque brusco.
Para el ataque brusco, la condicion esencial era la de poseer una abrumadora superioridad artillera, con la que los aliados al iniciarse el Sitio, no podían contar, pues no disponían más que del material y municiones precisos; de haber tenido entonces en las proporciones que los tuvieron a fines de Agosto, el plan de ataque brusco hubiera sido perfectamente 1ógico. Se imponía entonces la necesidad de ataque regular, que activamente conducido, aun ante una guarnicion como la de la Plaza, se hibiesen resuelto en menos tiempo que el empleado, y por de contado, con menores sаcrificios. Tan que entonces no se aprecid así la situacion, al menos debid apreciarse a raiz del fracaso del asalto del 25 de Julio, y reconocerse que las causas determinantes de aquél desastre estaban, no en los detalles que la brecha fuese mis o menos ancha, de que la desembocadura de las trincheras fuese más o menos fácil, de que el suelo fueses más o menos desigual y dificultoso y del mayor o menor rigor del ataque, sino en las ideas que informaban el plan de ataque. de Sorprendía el hecho de que Lord Wellington, a pesar de las razoпев que le expuso Burgoyue, a raiz del desastre del 25 de Julio, no fijase en ellas la atencion y no se penetrara de la necesidad de regularizar la marcha del ataque, a no observarse en 61 la misma actitud que en circunstancias parecidas.
Ciertamente no podia ccultérsele que habia, por lo menos, falta de continuidad y de unidad en la direccion del Sitio; pero convencido y obsesi0- nado con la idea de que el fracaso del día 25 era debido exclusivamente а la conducta de las tropas de la 5 Division, que no se habían conducido en ese día, con su habitual energia, no imprimić muevogiro al ataque, n1 señald nueva orientacion a la artillería que siguid batiendo preferentemente los obstáculos materiales, ni did a los trabajos de aproche el impluso que tanto necesitabam. Dificil es tambien explicar satisfactoriamente el mal empleo que se hiso del tiempo, en todo el mes de Agosto, porque todo el que transcurrió hasta la llegada del materíal y municiones, pudo y debid emplearse en llevar los aproches hasta el hornabeque y coronar, al menos el camino cubierto. Pero hay más: aun aceptada la situacion, tal como era en la tarde del 30 de Agosto, no se comprende como en las disposiciones dictadas para el asalto, no se tuvo más en cuenta la triste pero elocuente experiencia del 25 de Julio. No se explica como se prescindid del ataque previo o aún simultáneo al hornabeque, sin cuya posesion era absurdo que se pensase en practicar alojamientoen las brechas, puesto que la marea había de dejar incomunicados á sus ocupantes, que en esa situacion no hubieran podido resistir una reaccionofensiva de los sitiados, ni se explicaria tampoco la vaguedad У la falta de unidad no fuesen el resultadocaracterístico de tales reuniones.
Ciertamente que no pueden en rigor ser imputadas a Sir. T. Graham las faltas cometidas. Habiase cometido la falta inicial de no constituir el mando sobre la base de una absoluta unidad; había Jefes de servicio, que recibiendo instrucciones directas de Lord Wellington, podian considerarse como consejeros o mejor como colaboradores del General Graham, más que como subordinados; y naturalmente, en estas condiciones, había cierta difu-- sion en las responsabilidades y por tanto en las atribuciones del mando, Ademds y sobre todo, y reconocida por todos los oficiales, de aquella вроса, рesaba la conviccion de la propia falta de preparacion para preраrar, dirigir y ejecutar esta clase de opraciones; The Fench certenainly underatand sieges better, I think, than we do". decia con razón un contem- poráneo. (1) Tales son las consideraciones que se nos ocurren, conociendo el terreno, las defensas y el desarrollo detallado de todas las operaciones del Sitio, en cuyo éxito final intervino providencialmente el accidente de la explosion de la cortina, sin el cual es muy probable que los aliados hubieran sufrido un nuevo fracaso, aplazandose su toma de la Plaza cuya pérdida para los franceses era sin embargo segura y próxima, dada su situacion y la marcha de los acontecimientos militares y políticos del Imperio Francés respecto a Espаñа. Fin del capítulo 7º

EL ASALTO DEL 31 - La ejecución del asalto


Hacia las dos de la mañana del día 31 se did fuego sucesivamente a los tres hornillos preparados en el muro de ribera que quedd desportillado en considerable extension y produciendo embudos de unos nueve metros de diametro en los que se empezd a trabajar activamente para enlazarlos y formar un doble parapeto que se continud con una doble fila de cestones de 0.90 metros de diámetro y 1,80 metros de altura, llenos de sacos terreros, hasta la misma ribera. Amanecid; pero hasta las 8 de la mañana, una densa niebla, que desde dicha hora se concentrd sobre las contadas piezas puestas en accion por los franceses mientras que las tropas y ultimados los detalles, Sir T. Graham que habia pasado el sector izquierdo para cambiar impresiones con el General Leith regresaba al Chofre para presenciar el asalto desde la batería no 15 (1). Fué preciso esperar aun algun tiempo, que transcurrid en medio de la general ansiedad, porque a nadie podía ooultarse la grandeza de aquellos momentos; a los que iban a ser testigos de la crisis, porque habian de sentir todas las incertidumbres, sin participar de todas las emociones de la lucha y porque nabían de presenciar todas las presumibles alternativas angustiosas, impotentes para hacer pesar su esfuerzo personal en el desenlace; para los que iban a ser actores, porque nadie habiía olvidado los sacrificios que había exigido el asalto del 25 de Julio y porque todos, haata el más humilde soldado conocian las enormes difioultades de la empresa (2).
Eran poco más de las once, cuando las primeras tropas desembarcaron por el portillo del muro de ribera y avanzaron hasta la altura del angulo saliente del hornabeque para constituir la cabeza de la columna. Estaban constituidas aquellas tropas a las que dominaban The Foalorn Hope, (Los Desesperados) por un grupo de voluntarios que mandaba el Teniente Franeis Maguire, del 4º de Linea a quien acompañaba el Capitan de Ingenieros Rhodes. Sin dar lugar a que se constituyese el resto de la columna, avanzd aquel brillante oficial rápidamente, seguido a distancia por su troра (3) у sucesivamente fueron desembarcando las compañias del 49. que mandaron sobre la brecha, en la forma que el terreno permitía, sin constituir una densa columna, como ocurría en tales casos. Y fué una fortuna, pues apenas iniciado el avance del destacamento del Teniente Maguire, dieron los sitiados fuego a la mina de falsabraga que se derrumbó en un buen trecho, sin producir a los asaltantes ni el número de bajas, ni el moral efecto que de ella se esperaba, pues solo alcanzaron sus efectos a una pequeña porcion de la cabeza de la columna, sin que el resto de ella se diera mucha cuenta y sin que se aminorase su impulsion.
Durante ese avance, no se hizo sentir mucho el fuego de la defensa, pero cuando la columna llegaba a romper sobre los escombros de la brecha, las piezas montadas en el Cubo Imperial, asi como la que se habia mantenido oculta en la cortadura del foso, y la de 4 que Ceorge tenia en el flanco del hornabeque, abrieron un fuego eficacisimo, contra el cual no había proteccion posible; y cuando los asaltantes llegaron a coronar la brecha, las primeras filas fueron barridas por la fusilería del muro aspillerado. Fué en vano que se intentase trasponerla, pues el paramento interior conservaba una altura de unos 4 metros (1) y fueron vanos todos los esfuerzos hechos para mantenerse en la cresta y procurarse alguna proteccion entre los escombros. Desde lo alto de la cortina, los granderos apostados trás el primer través, dominaban y enfilaban la pendiente de la brecha y batian de frente la del baluarte de Santiago.
Nuevos grupos de asaltantes, que fueron gradualmente lanzados para forzar la impulsion dada a la columna primera, cruzaron la ribera bajo el fuego del flanco del hornabeque, y bajo los proyectiles de las piezas del Mirador, y de San Telmo; el Capitán de Ingenieros Rhodes logrd orientar alguna parte de los refuerzos hacía el asalto del extremo de la cortina, У 1 mismo,a la cabeza del grupo que a tal fin reunid, trepd por la brechs de Santiago y gand la oresta de la cortina, yendo a caer acribillado, a pocos pasos del través; otros oficiales persistieron en igual empeño con anélogo resultado (2). El asalto se estacionaba así, pues aquellos hombreв, impotentes para avanzar, no pensaban tampoco en retroceder. Para dirigir el asalto, y siguiendo el consejo de Sir R. Fletcher, ha- biase situado el General Leith con aquel Jefe, en la ribera, frente al portillo dsl muro, y más próximo a la brecha que a este, y desde ese punto ordenaba el avance de los refuerzos.
Sucesivamente fueron empleados los regimientos de la brigada Robinson, que se aglomeraron al pie y en el talud de las brechas con una masa informe, y con ellos fueron a fundirse las columnas de voluntarios de las Divisiones 14, 44 y Ligera, dejando la ribera sembrada de muertos. (1) Habian transcurrido ya dos horas y la situacion no cambiaba; todos los esfuerzos de los Zapadores para practicar un alojamiento en la brecha, resultaban estériles, y los ataques a la cortina, renovados ahora por el Teniente Coronel Hunt, no tenian me jor fortuna que los precedentes. El asalto había llegado a un punto muerto; para salvarlo, como la resistencia de la cortina era la dificultad esencial, resolvid Sir. T. Graham, después de oir al Coronel Diekson, que se concentrase sobre ella, el fuego de los cañones de las baterias del Chofre que la enfilaban. Diéronse las órdenes y se abrid con vivisimo fuego, perfectamente dirigido, por encima y casi rasando a los mismos asaltantes, sin que el natural sobresalto de los voluntarios de la Division ligera, que eran los más proximos a la cortina, determinase el menor retroceso.
Al mismo tiempo defiriendo a los deseos del General Bradford, quien con la Brigada estaba en el @hofre, le autorizó Sir T. Graham para enviar algunas de sus fuerzas al asalto de la brecha pequeña del muro de la Zurriola. A ese fin el Mayor N. Snodgrass, con el primer Batallon del 13º de Linea portugués, vaded el Urumea cerca de su desembocadura, sufriendo un terrible fuego del Miradory de San Telmo, y asalt la brecha, en la que con gran esfuerzo se mantuvo, sin lograr avanzar más allí por el momento. Trás el Batallón del 13º de Linea portugués un destacamento del 24 conducido por el Teniente Coronel Mac Bean, pas6 también el Urumea, a costa de grandes pérdidas, yendo a disolverse en la masa de tropas de la 5 Division, que como un emjambre se agrupaban sobre los taludes de la otra brecha. Entre tanto, de las trincheras del sector izquierdo, habían ido fluyendo las tropas de la 1s Brigada, de cuyo mando se habia hecho cargo el Coronel Greville; el primero de Línea (Royal Scots), el 38º y una parte del noveno fueron dirigidos sobre la brecha del baluarte de Santiago; pero 1o mismo que las tropas que le precedieron, fracasaron en sus primeros intentos de ganar el adarve de la cortina. Hacia las dos de la tarde, casi toda la 5 Division estaba empeñada en la lucha.
En la derecha, los portugueses de Snodgrass pugnaban por salvar las cortaduras de la brecha para penetrar en la poblacion; en el centro, una masa de hombres, rotos los lazos tácticos y desorganizada buscaba entre los escombros alguna proteccion contra el fuego de los sitiados; en la izquierda,los elementos de la 1a Brigada reiteraban de tiempo en tiempo, el ataque a la batería. En la masa de los asaltantes, ni un disparo de la defensa era perdido; centenares de soldados y gran mimero de oficiales habían caido ya; y ni se había adelantado un poco, ni podía vislumbrarse el desenlace del asalto, de nuevo estacionado, de nuevo en un punto muerto. Pero no por eso pasd por la mente de Sir T. Graham la idea de retroceder. Las compañias del 9º de linea fueron a su vez, a unirse a las tropas de la le Brigada Spry, se organizd una columna para asaltar el hornabeque.
Comenzaba ya el reflujo, los defensores se defensian enérgicamente, y la crisis se agudizaba, ecuando un incedente fortuito vino a facilitar el desenlace. Detrás de les traveses de la cortina, sin blindaje ni proteccion alguna, habíanse constituido pequeños repuestos para granadas de mamo, cartuchería de fusil, proyectiles huecos, eto, fuese por accidente o por descuido, en uno de ellos tomd fuego alguna carga produciendo la explosion de todo el repue sto. "E1 efecto fué terrible, dice un testigo ocular, el Teniente Schaw (R. A.) Miembros, cadáveres, piedras, etc, fueron lanzados a una inmensa al tura, y una enorme nube de humo se mantuvo en el aire largo rato."
A esta voladura siguieron los otros repuestos, produciéndose una serie de explosiones a lo largo de la cortina que quedd envuelto en una densa columna de polvo y humo. A favor de este accidente, que costé la vida a gran número de granaderos, zapadores y cazadores de montaña que guarnecian la cortina, y que dispersd el resto de ellos, los escoceses del Coronel Barnes ganaron el primer través, y de é1 se corrieron a los demás; el Teniente Gethin, agregado a los Ingenieros penetró el primero en el Cubo Imperial, y trás de 61 los esсосевев seguidos de los del 38º, y más tarde los del 9º, se escurrieron por la cortina y bien pronto aparecieron sobre la Plaza vieja. Al mismo tiempo, el Teniente Coronel Hunt, con los voluntarios de la Division Ligera, que se había mantenido tenazmente hasta entonces en la izquierda de la Brecha, logrd salvarla en la inmediacion de la cortina, a tiempo en que los defensores del muro aspillerado, gandos por el desorden producido por las explosiones cejaban en su defensa. La masa de los asaltantes, ya no represada por el fuego, se desbordd de la brecha y penetrő en la poblacion. a La guarnicion francesa del hornabeque, desde cuyo flanco izquierdo, un destacamento del 62º que mandaba el Capitan Blot había causado tanto daño las columnas de asalto, se defendía perfectamente del ataque que sufriő ultima hora; pero ante el temor de ser cortados en su retirada, al ver inminente la pérdida de la cortina, evacud las obras axteriores y se dirigid hacía la rampa de Santa Teresa. 
La guarnicion había sido desorganizada, pero en modo alguno desmoralizada, por el accidente de la explosion y por la consiguiente pérdida de sus posiciones; la defensa en las calles, habilmente preparada, era de todo punto necesaria para proteger la retirada del Castillo, y las tropas ocuparon las barricadas, batiendose en ellas el tiempo preciso para asegurar el paso de las diversas facciones, hacia las rampas de San Telmo y Santa Teresa, y evacuándolas después sucesivamente; pues la lucha obstinada en ellas exponía a sus defensores a ser envueltos y caer prisioneros, ya que los aliados habien penetrado en la poblacion por muy distintos puntos y podían por algunos progresar con relativa facilidad. Gradualmente fué debilitándose la resistencia, y los sitiados pudieron retirarse al Monte Urgull, debilmente perseguidos: solamente segun parece, el Coronel Cameron con el 99 de Linea, que por su menos intervencion en el asalto debía conservar su cohesion intentó apoderarse del convento de Sante Teresa, fuertemente ocupado por los franceses, quienes le hicieron no pocas bajas; sin embargo, su avance fué eficaz, pués impidid la retirada de algunos destacamentos, haciendo en ellos, unos centenares de prisioneros, Hacía las tres de la tarde, los sitiados habian evacuado la poblacion, y había cesado el fuego en las calles y en las bateríias.
Las bajas de los aliados fueron en extremo temibles, tanto por su número como por su calidad; cerca de 2.500 hombres habian caido y entre ellos se contaban Generales, Jefes y Oficiales de gran valía. A no dudar, la pérdida más lamentada fue la de Sir R. Fletcher, se había situado en la ribera y próximo al lugar en que estaba el General Leith con su E. M. y ayudantes cuando un disparo de fusil, partido del flanco del hornabeque le hizo caer muerto (1). Poco despues en el mismo sitio, cayd herido el General Leith; cerca de 61, lo fué también el General Oswald, quien ya sin mando había querido presenciar el asalto. En la brecha quedaron gran número de Jefes y Oficiales, muertos y heridos, a punto de que el mando de la 2 Brigada vino a recaer al fin de la lucha en el Capitań Jones, y el del 472 Regimiento en el Tenim te Power.
Entre ellos estaban los Coroneles Canfrond, Cameron y Piper, el Teniente Coronel Hunt, y los Mayores Werge, Kelly, Soott y Rose. Entre los Ingenieros, ademas de Sir R. Fletcher habian muerto en la brecha los Capitanes Rhodes y Collyer, y fueron heridos el Teniente Coronel Burgoyue (1) y los Tenientes Barry y Marsohall. La tropa habia sufrido tambien cruelmente, algunos de los destacamentoв de voluntarios quedaron reducidos a la mitad; y aun habían sido más las víctimas, si hubiese estallado la mina de la base de la Torre de Amézqueta, pero por fortuna para los aliados no estalld, por haber sido cortada su mecha por algun proyectil. No menos sensibles fueron las érdidas de los franceses; entre los muertos estaba el Comandante de Ingenieros Gillet, los Jefes de Batallon del 1 y de Cazadores, Cramail y Lupé, el Capitán de Ingenieros Saint George, el de Artillería Gorse y el Teniente de Ingenieros Wertwein. Entre los heri- dos, ademas del General Rey, lo fueron su Jefe de E. M. de Songeon, el Coronel Sentuary, el Jefe de Batallon Blanchard, el Comandante de Artillería Brion, los Capitanes Hugon y Danguerand y el Teniente Mallet, de la misma Arma, y el Capitan Pavy, Comandante del Castillo. Las pérdidas de las tropas ascendian a 500.
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(1) E1 General Bresford le acompaño allí durante el asalto. Habia venido a presenciarlo, como sin duda lo hubieran presenciado Lord Wellington y gran numero de sus oficiales, á no tenerse el ataque del Ejército de Soult, cuyos preparativos de ofensiva eran perfectamente conocidos. (2) "B1 ánimo de aquellos hombres, en los instantes que precedían al asalto llegaba, según la expresion de un observador, a uns expontánea tension. No era de tal suerte que montase la exaltacion natural ante la perspectiva de una hazaña que les atrajera la admiracion del mundo; había algo en su gesto,, que decía claramente que habían sufrido fatigas sin quejarse, y visto caer a su lado camaradas y oficiales sin desmayarse. то habían soportado todo mientras cuerpo y alma estaban ocupados, pero ahora, ante el asalto, tenian unos instantes para pensar, ahora que les sentimientos delicados se desvanecian ante el deseo de venganza y saquо .....Una inquieta pero desesperada calma reemplazaba á su de ordinario, ruidoso humor, y solo se advertía en su actitud una expre— sion de ansiedad semejante a la del tigre antes de asltar a su presa" (3) (Grattan - With the Connaught Rangers). "Se lanzó adelante ante una lluvia de proyectiles, con tal rapidez, que solo dos soldados pudieron seguirle a unas cinco o seis yardas; en el momento en que asaltaban sobre los escombros al pie de la brecha, свуб. Un instante después lo ocultd a nuestra vista la columna que pasaba sobre su cuerpo para subir a la brecha". (Cook Memoirs of the late War. 1.813).
(1) (2) Los artilleros ingleses debieron creer mis elevado de lo que realmente era, el suelo de la poblacion, empezaron a batir el muro bastante por encima de la escollera que tenía adosada al exterior; con secuencia de ello fué que no existiendo terraplén interior, quedase la brecha practicable solo al exterior, una vez que los sitiados despojaron de escombros de las casas arruinadas, el exterior. El Teniente Schan (R. A.) relata el hecho de un oficial que por cuatro veces intentd ganar la cortina, perdiendo en esos intentos,a todos los que le seguian; a la cuarta vez, 61 mismo cayć muerto des- de lo alto de la cortina al foso.

EL ASALTO DEL 31 - Los preparativos y plan de ataque

Subsistía en el Ejército inglés la penosa impresion que había producido el fracaso del asalto del 25 de Julio, y que se atribuia generalmente, al comportamiento de la 5a Division, en términos que el mismo descontento. Lord Wellingtonno ocultaba su Respondiendo a una consulta de Graham, sobre la preparacion de aqué1 asalto fracasado, habíase entonces negado Lord Wellington a que en é1 tomasen parte otras tropas que las de la 5 Division (4) que había estado emplazada en el Sitio; pero ahora, para el próximo asalto, tanto por asegurar el éxito con el empleo de tropas de excepeional solidez, como para dar a los sitiadores una leccion, con ella, un enérgico estimulo, resolvid que en el asalto se constituyese la cabeza de la columna con un grupo de 750 hombres elegidos entre los de las otras divisiones; grupo, cuya organizacion no ofrecid otras dificultades que las de la eleccion, por el excesivo numero de voluntarios que se presentaron (1). Quedando por fin constituido por 150 hombres de la Division ligera, 400 de la 14(de allos 200 de la Brigada de Guardias y otros 200 de la legion Alemana) y 200 de la 44, mandados respectivamente por los Tenientes Coroneles Hunt y Cook, y por los Mayores Robertson y Rose. Lord Wellington que había inspeccionado asiduamente los trabajos del sitio en los dltimos días, los visitć una vez más en la tarde del día 30 dictando algunas disposiciones para el aslto, que según su orden, debfa iniciarse a las 1l de la mañana del día 31. Como la direccion del sitio imcumbía al General Graham, no did Lord Wellington a sus instrucciones la forma que en andlogов савоs acostumbraba a dar, detallando una orden completa terminante y detallada de ejecucion del asalto; y esto fué un mal porque para desarrollar sus ideas y convenir en los pormenores, el espiritu ampliamente conciliador de Graham cedió al deseo de reunir en consulta a los Generales y Jefes de servicio, lo que era, seguramente el mejor medio de garantizar la debida unidad en la ejecucion. Tanto sobre el alcance de las ultimas indicaciones de Lord Wellington como sobre la forma en que habia de consolidarse lа роsеsion de la brecha, y las tropas que habían de efctuar el asalto, hubo divergencias; y aunque se llego a algunos acuerdos, no parece que se les dió el caracter taxativo y general de una orden; y como detalle,o mejor dicho, acuerdo de importancia, se resolvić prescindir del asalto previo al hornabeque, viniendo en suma a caerse en un esquema de asalto igual al que había determinado el fracaso del 25 de Julio.
En los términos del plan convenido, el asalto a la brecha del muro debía ser seguido inmediatamente al asalto al extremo Este de la cortina; y para el caso de que el avance no fuera posible más allá de las brechas, para conservarla se practicaría en ella un alojamiento. Respecto a la brecha en el saliente de la Zurriola, se dejaba al criterio del General Bradford el atacarla o nd, pasando el rio con fuerzas de su Brigada, segdn lo estimase oportuno. Segun las indicaciones de Lord Wellington, la cabeza de la columna de asalto debía estar constituida por los voluntarios de las Divisiones 1# у 4a y Ligera; pero el General Leith, que el día 29 se había hecho cargo de la 5 Division, consideró la presencia de aquellos voluntarios como una afrenta para sus tropas; y como a él correspondía el mando directo de las fuerzas en el sector isquierdo, resolvić relegarlos a las trincheras, empleando en ellas a algunos, y agrupando el resto en las reservas. La columna de asalto debia ser constituida por la Brigada Robinson; un destacamento de artillería al mando del Teniente Johnston y otro de Zapadores que mandaba el Capitán Rhodes, debian acompañrlo, la mision de estos dltimos de formar el alojamiento en la brecha, La la Brigada (Hay) y la portuguesa Spry a las que se unid el 5º Batallon de Cazadores, debían constituir la reserva.
Para cooperar el ataque, Sir G. Collier dispuso la preparacion de un deambarco en el Monte Urgull, con unos 200 hombres, seguramente sin prometerse de ellos gran resultado.
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(1) "Gran confucion hubo la noche pasada en las dos Divisiones (la ligera y la 4a) que están aquí, por el deseo de los oficiales, de asistir como voluntarios, y la dificultad de resolver a quienes debía rehusarse y a quienes permitirse el ir... .....El Mayor Napier estaba desolado porque habiendose presentado el primero, el Teniente Coronel Hunt, del 52º su Jefe insistía en su derecho de ir. Lo mismo ocurre entre los subalternos; se presentan 10 voluntarios donde solo pueden ir dos. Los soldados digen que no saben de lo que se trata, pero que estan dispuestos a ir a cualquier parte". (The private journal of F. Seynour Larpent.)

EL ASALTO DEL 31 - Los preparativos de la defensa

No obstante la convicción de que la Plaza estaba ya a merced del enemigo, convicción de la que, lo mismo que el Gobernador participaba el General Soult, y a pesar de los temores que aquél había expuesto sobre la posibilidad de que los sitiados  no pudiesen ni aun retirarse al Castillo, por un loable sentimiento del honor nacional y por un noble celo por el honor de las armas imperiales, había resuelto el Mariscal que la Plaza resistiese hasta el último extremo, y había además preparado un movimiento de avance de su Ejército, aunque ni él mismo, ni sus oficiales tuviesen esperanza de llegar a socorrerla (1).

Según la distribución previamente hecha, la brecha grande debía ser defendida por las tropas del 22º de línea; su Compañía de granaderos ocupaba los primeros traveses de la cortina y flanqueaba la brecha por la izquierda, y las restantes atendían a la defensa desde el muro aspillerado, ocupado en la parte correspondiente al frente de la brecha pequeña por fuerzas del 62º; el resto del muro de la Zurriola debía ser guarnecido por los cazadores de Montaña. Un centenar de hombres del º de línea y un destacamento de 119º estaban distribuídos en las barricadas. La defensa de Urgull estaba confiada al grupo constituído por los rezagados y depósitos de diversos cuerpos, a los que debían servir de reserva dos Compañías de Cazadores y las dos de Ingenieros. A los Granaderos del 6º quedaba confiada la defensa de la parte O. de la cortina y el resto del Cuerpo la de la puerta  de salida y obras exteriores. Finalmente, la defensa del puerto y la de las comunicaciones en esta zona debía ser encomendada al Batallón del 34º (2).

El Comandante de Artillería Brion organizó los servicios del Arma en forma análoga a la adoptada en previsión del asalto anterior, asignando a los oficiales, en lo posible, los mismos puestos que entonces ocuparan. De las piezas montadas en el hornabeque se hizo cargo el Teniente Gorse; en el Caballero había aún dos piezas en condiciones de servicio, así como una de las destinadas a tirar desde la cortadura del foso; entre el extremo del último través de la cortina y el muro, se instaló otra, también de campaña, que flanqueaba la brecha grande y que defendía además el acceso a las cortinas por la rampa que formaban los escombros caídos sobre el baluarte. Habían en cambio, desaparecido las anteriormente emplazadas en las torres. Para cooperar a la defensa, podía contarse aún con algunas de las piezas montadas en Urgull, pero no era dable prometerse que este apoyo fuese muy eficaz, pues era de preveer que bajo el fuego de los obuses y morteros del Chofre, no pudiesen ser servidas regularmente.

(CONTINUA ......)

(EL SITIO DE 1813 - OLAVIDE, ALBARELLOS, VIGÓN).

CRONOLOGÍA - 30 DE AGOSTO DE 1813

* 30 DE AGOSTO :

Salió la brigada para el campamento de San Marcial y a mi se me dio orden del teniente general para que fuese a Parriario, que es donde está el hospitalillo del regimiento, y trajese cuantos enfermos pudiesen andar, como lo hice, trayendo 60  y dejando en Palacio (de Parriario) 22. Fui enseguida a Fuenterrabía a recoger los que hubiese allí y al anochecer me vine a Irún, en cuyas calles me cayó un aguacero y tormenta terrible, porque en ninguna casa cabía como alojado. Desde el campamento vi como continuaba el formidable fuego de brecha contra San Sebastián.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

*DÍA 30. Durante las primeras horas del día 30, siguieron las Baterías el fuego sobre sus habituales objetivos, antes de medio día quedaban los flancos de la brecha, la cara del baluarte y la parte visible de la cortadura del foso tan ruinosos que se suspendió el tiro sobre ellos, dirigiéndolo sobre la cortina, sobre el Castillo y sobre el Hornabeque..

En las Baterías del sector izquierdo, las 6 piezas de 24 de las Baterías número 6 y 7 dejaron practicable la brecha del extremo de la cortina cuyos escombros formaban una rampa continua con las demoliciones del baluarte. Tres cañones de 18 de la Batería número 5 tiraron en brecha sobre la cara del semi-baluarte del hornabeque durante toda la jornada; los otros tres fueron dirigidos sobre las empalizadas.

En la Isla de Santa Clara se pusieron en Batería un cañón de 24 y un obús de 24 pulgadas.

En el primer asalto, la formación de la columna había sido considerablemente entorpecida por la dificultad de acceso a la ribera desde la paralela; a fin de evitarlo, en noches anteriores se había prolongado el ramal de trinchera situado a vanguardia de la Batería, hasta el camino de Santa Catalina. En la del 30 - 31 se practicaron tres hornillos, de 2,50 de profundidad  uno de ellos adosado al muro de ribera, otro a 7,50 metros y el tercero a 12 metros del anterior; entibándolos y cargándolos con 540 libras de pólvora.

(EL SITIO DE 1813 - OLAVIDE, VIGÓN Y ALBARELLOS)

CRONOLOGÍA - 29 DE AGOSTO DE 1813

* 29 DE AGOSTO :

Pasó revista a la brigada su comandante y el general Pol, que lo es ahora del Centro. Se hizo el manejo del arma luego por nuestros batallones. Hubo muchos oficiales espectadores de las otras brigadas.

Se juró la Constitución en esta ciudad, por lo que hubo iluminación, fuegos, tamboril, etcétera. En casa del general Pol hubo baile bueno y concurrido. En San Sebastián continúa el formidable fuego de brecha de los días anteriores.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

CRONOLOGÍA - 28 DE AGOSTO DE 1813

* 28 de AGOSTO:

Fui con cinco oficiales a ver el sitio de San Sebastián. El camino, malísimo, por lo que volvimos por Oyarzun.

Rentería es mediana. La iglesia y algunas casas parecen hermosas, a la entrada hay una hermosa arboleda. Pasé por junto a Pasajes, cuya situación me gustó, por entre dos altas y bastante unidas montañas entre el mar, y se extiende enseguida medianamente internándose por lo que debieron ser hermosos valles. La población está a la parte de acá de las montañas, dividido por el brazo de mar que entra , a cuyos dos lados está comunicándose por lanchas, a nos ser que se quisiera hacer un enorme rodeo.

Este seno de agua es un puerto muy seguro porque las alturas que le separan del mar le defienden de los vientos nortes. La entrada era a veces peligrosa por su poca amplitud. A la salida de Pasajes estaba un regimiento inglés formado en columna y su música es la mejor que he oído de ellos. En la extremidad de este seno de agua más inmediata al camino de San Sebastián estaban desembarcando los ingleses innumerables  balas de cañón, bombas, barriles, etcétera, que conducen al sitio multitud de carros portugueses que hacen de brigadas para esto y otros acarreamientos. Vienen los bueyes no por las astas sino por el pescuezo, como si fuese mulas.

SITIO DE SAN SEBASTIÁN 

San Sebastián está situada al pie de una mediana altura, en cuya cumbre está el castillo, que es muy bueno, y muy fuerte. Me pareció bastante apiñada y no pueden menos de ser las más de las calles angostas. Las casas como las vi casi a vista de pájaro no puedo decir qué tal son, pero algunas sobresalen. Ocupa bastante espacio, toda está rodeada de una ancha y fuerte muralla.

Para percibir 

DÍA 28. Continuó el fuego en igual forma durante los días 28 y 29; los obuses, morteros y carronadas lanzaban los shrapnells sobre los puntos en que se agrupaba alguna fuerza de los sitiados. En la tarde del 28 quedaba aún en pie la torre de Amezqueta, pero la brecha habíase extendido hasta la cortina, y la de los Hornos desaparecía casi bajo los escombros. Las 6 piezas de la Batería número 5 y las 3 de 24  de la número 6 dejaron practicable la no muy extensa brecha de la cara del semi-baluarte izquierdo del hornabeque, pero no tuvieron más efecto que en los días anteriores sobre la cortina y la cara del baluarte de Santiago.

Durante la noche se montaron tres piezas de 24 en la Batería número 7, que resultaba muy bien situada para batir la cortina, pero no llegó a montarse la 4ª. pieza, que quedó en los aproches.

(EL SITIO DE 1813 - OLAVIDE, VIGÓN Y ALBARELLOS)

CRONOLOGÍA - 27 DE AGOSTO DE 1813

* 27 de AGOSTO :

Aun no amanecía con mucho cuando tocaron generala, con tanta prisa que apenas había la tercera parte de oficiales, cuando echó a andar el regimiento e hizo alto con los demás de la brigada a la salida del pueblo. Luego que amaneció seguimos a esta villa de donde salió la 1ª Brigada de la 3ª División para que nos alojásemos. Estos movimientos provienen de que el enemigo reunió ayer mucas fuerzas en el campo de Urrugne, en Francia, y se teme que trate de hacer alguna tentativa por esta parte para socorrer a San Sebastián, por lo que se ha acercado todo el ejército a la línea. Desde el camino se ve perfectamente el terrible fuego de brecha que hay en San Sebastián, y excede al de ayer, lo que parece imposible. Sólo el castillo por estar en alto se descubría porque lo demás de la ciudad lo ocultaba el denso humo, que aunque desaparecía algunas veces obligado del viento, volvían luego a reponerle las horribles descargas que sin interrupción sonaban. Por la tarde continúa el mismo fuego. El castillo ni dispara ni es disparado. Continúa el campamento inglés en el mismo sitio. Por la tarde tuvimos ejercicios y no se hizo otra cosa que marchar de flanco.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA.1813-1814 - MATIAS DE LA MADRID)

* DÍA 27. 

En todo el 27 se prosiguió el fuego con gran vigor; la artillería montada en la cortina fue desmontada por el tiro de enfilada y sus sirvientes sufrieron bastante también por efecto del tiro de Shrapnell de la Batería número 6. 


Mapa general descriptivo basado en la lámina 40 del "Album de la Guerra de
la Independencia, según el ingeniero inglés John Jones".
ARCHIVO GENERAL MILITAR DE MADRID.
El efecto de esta Batería y de la número 5 sobre la cortina y el baluarte de Santiago no fue grande; los revestimientos, aunque algo quebrantados se mantuvieron bien.

Como la Batería número 7 estaba bastante adelantada, en la noche se desmontaron 4 cañones de 24 de la número 6 para ser llevados a aquélla, pero, las dificultades para moverlas por los aproches fueron tales que al amanecer aún no habían llegado a la Batería y hubieron de quedar en las trincheras hasta la siguiente noche. Algo contribuyó a ello una salida que realizaron los sitiados a media noche sobre la derecha de la paralela, que, si bien fue fácilmente prevenida por el Teniente Reid (R.E.), no dejó de causar algún trastorno en la marcha del trabajo.

(EL SITIO DE 1813 - OLAVIDE, ALBARELLOS, VIGÓN)

EL SEGUNDO PERIODO DEL SITIO - Las brechas

DÍA 27. En todo el 27 se prosiguió el fuego con gran vigor; la artillería montada en la cortina fue desmontada por el tiro de enfilada y sus sirvientes sufrieron bastante también por efecto del tiro de Shrapnell de la Batería número 6.

Mapa general descriptivo basado en la lámina 40 del "Album de la Guerra de
la Independencia, según el ingeniero inglés John Jones".
ARCHIVO GENERAL MILITAR DE MADRID.
El efecto de esta Batería y de la número 5 sobre la cortina y el baluarte de Santiago no fue grande; los revestimientos, aunque algo quebrantados se mantuvieron bien.

Como la Batería número 7 estaba bastante adelantada, en la noche se desmontaron 4 cañones de 24 de la número 6 para ser llevados a aquélla, pero, las dificultades para moverlas por los aproches fueron tales que al amanecer aún no habían llegado a la Batería y hubieron de quedar en las trincheras hasta la siguiente noche. Algo contribuyó a ello una salida que realizaron los sitiados a media noche sobre la derecha de la paralela, que, si bien fue fácilmente prevenida por el Teniente Reid (R.E.), no dejó de causar algún trastorno en la marcha del trabajo.

DÍA 28. Continuó el fuego en igual forma durante los días 28 y 29; los obuses, morteros y carronadas lanzaban los shrapnells sobre los puntos en que se agrupaba alguna fuerza de los sitiados. En la tarde del 28 quedaba aún en pie la torre de Amezqueta, pero la brecha habíase extendido hasta la cortina, y la de los Hornos desaparecía casi bajo los escombros. Las 6 piezas de la Batería número 5 y las 3 de 24  de la número 6 dejaron practicable la no muy extensa brecha de la cara del semi-baluarte izquierdo del hornabeque, pero no tuvieron más efecto que en los días anteriores sobre la cortina y la cara del baluarte de Santiago.

Durante la noche se montaron tres piezas de 24 en la Batería número 7, que resultaba muy bien situada para batir la cortina, pero no llegó a montarse la 4ª. pieza, que quedó en los aproches.

DÍA 29. Como, a pesar del intenso fuego de los días precedentes el extremo de la cortina se mantenía en buen estado, en la jornada del 29 se dirigió especialmente el de las Baterías números 14 y 15 sobre dicho punto y sobre la torre de Amezqueta, en la que aún conservaban montado un cañón los sitiados, que en el curso del día fue desmontado e inutilizado. Algunas piezas de estas Baterías fueron dirigidas contra la parte de falsabraga próxima al ángulo saliente izquierdo del hornabeque.

DÍA 30. Durante las primeras horas del día 30, siguieron las Baterías el fuego sobre sus habituales objetivos, antes de medio día quedaban los flancos de la brecha, la cara del baluarte y la parte visible de la cortadura del foso tan ruinosos que se suspendió el tiro sobre ellos, dirigiéndolo sobre la cortina, sobre el Castillo y sobre el Hornabeque..

En las Baterías del sector izquierdo, las 6 piezas de 24 de las Baterías número 6 y 7 dejaron practicable la brecha del extremo de la cortina cuyos escombros formaban una rampa continua con las demoliciones del baluarte. Tres cañones de 18 de la Batería número 5 tiraron en brecha sobre la cara del semi-baluarte del hornabeque durante toda la jornada; los otros tres fueron dirigidos sobre las empalizadas.

En la Isla de Santa Clara se pusieron en Batería un cañón de 24 y un obús de 24 pulgadas.

En el primer asalto, la formación de la columna había sido considerablemente entorpecida por la dificultad de acceso a la ribera desde la paralela; a fin de evitarlo, en noches anteriores se había prolongado el ramal de trinchera situado a vanguardia de la Batería, hasta el camino de Santa Catalina. En la del 30 - 31 se practicaron tres hornillos, de 2,50 de profundidad  uno de ellos adosado al muro de ribera, otro a 7,50 metros y el tercero a 12 metros del anterior; entibándolos y cargándolos con 540 libras de pólvora.

(EL SITIO DE 1813 - OLAVIDE, VIGÓN Y ALBARELLOS)

EL SEGUNDO PERIODO DEL SITIO - El bloqueo marítimo

La necesidad de ocupar la isla de Santa Clara habíase hecho sentir desde un principio porque, dada su proximidad al puerto podía compensar, al menos parcialmente, la ineficacia de las medidas adoptadas para mantener el bloqueo. No disponía, en efecto, Sir G. Collier de suficientes elementos para atender los servicios que en el litoral Cantábrico le estaban asignados, ni cuidó de proporcionárselos el Almirantazgo, a pesar de las reiteradas observaciones y quejas expuestas por Lord Wellington al Gobierno (1) y aún al mismo Melville, jefe de aquel organismo (2).

Realmente, tanto como a la insuficiencia de elementos, cabe atribuir la ineficacia del bloqueo a la diseminación que el deseo de atender a muy diversos objetos traía consigo; aemás del servicio de escolta de los transportes procedentes de Lisboa, frecuentemente se enviaban buques con diversas misiones a las radas del litoral, en tal forma que, no sólo no se entorpecía la navegación de cabotaje en la costa francesa, sino que no se impedía el acceso a los puertos españoles.

De ordinario una fragata y dos bricks eran los buques que mantenían el bloqueo, permaneciendo fondeados frente a la bahía; en la noche se estrechaba la vigilancia acordonándose la entrada con botes en su mayor parte tripulados y armados por españoles. A pesar de ello, las comunicaciones de la Plaza eran regulares; cada noche entraban 2 ó 3 embarcaciones conduciendo despachos, personal destinado a cubrir bajas y pequeños repuestos de material. Este servicio estaba dirigido por el Capitán Depoge, Comandante de Marina de San Juan de Luz que disponía de algunas trincaduras (3) bien tripuladas de las que servían para los envíos importantes, utilizando además lanchas de poco porte para el de pequeños fardos y correspondencia oficial. En el viaje de regreso, los barcos eran a veces utilizados para la evacuación de heridos y aun de algunos prisioneros.

Sobre los medios de comunicación citados y en previsión de que el bloqueo se estrechase, el 23 de Agosto  ordenó Soult  se equipase una escuadrilla de 20 lanchas de pesca, que debía estacionar en Socoa para ser empleada como las anteriores.

Era, pues, de todo interés para los sitiadores el ocupar la Isla de Santa Clara y como además desde ella podían enfilarse algunas de las defensas de Urgull y aún podía batirse el revés del monte, se resolvió la operación, que se efectuó en la madrugada del 27.

Agrupáronse al efecto una decena de grandes botes, de cuyo mando se hizo cargo el Teniente Arbuthnott, de la "Surveillante"; en ellos embarcaron 200 hombres del 9º de línea, mandados por el Capitán Cameron a quien acompañaba como director técnico el Capitán de Ingenieros Henderson. Los botes aparejaron a las 3 de la madrugada dirigiéndose a la Isla por el canal Oeste; el destacamento francés, apercibido de su llegada, hizo fuego durante el desembarco, entregándose después. Costó la operación a los ingleses 8 ó 10 heridos entre los que estaba el Teniente Chadwick, agregado a Ingenieros.

En la misma noche se empezó a construir en la Isla una Batería en la que ulteriormente llegaron a montarse dos cañones de 24 y un obús de 8 pulgadas; por el momento, aun solo el fuego de fusil podía molestar a la defensa, cuyas comunicaciones se dificultaron extraordinariamente, aunque no pudiera impedirse el paso de alguna pequeña embarcación.

Durante el día 27 la nueva guarnición de la Isla estuvo casi incomunicada con el campo sitiador pues el fuego de la Plaza impedía el movimiento de los botes; un despacho que fue preciso enviar al oficial de Ingenieros que dirigía allí el trabajo hubo de ser llevado a nado (4).

(EL SITIO DE 1813 - OLAVIDE, VIGÓN Y ALBARELLOS)

CRONOLOGÍA - 26 DE AGOSTO DE 1813

* 26 DE AGOSTO .

En San Sebastián ha habido un fuego de brecha, el más terrible. En un cuarto de hora conté distintamente ochocientos cañonazos sin otros que por dispararse a un tiempo no podían distinguirse. Parece se abrió algo más la que había, y han empezado a hacerse atrás. Por la noche tomaron los ingleses la islilla de Santa Catalina, donde se establecieron, habiendo en ella cogido el pequeño destacamento de franceses que había en ella. Estando en el ejercicio pasó Wellington con otros tres, y un ordenanza venía de San Sebastián e iba a Lesaca.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

* 47ª NOCHE, DEL 26  AL 27 DE AGOSTO

Lord Wellington, que vino durante la jornada a visitar las trincheras, consideró que las baterias n.º11 y 12 de las alturas de San Bartolomé estaban muy alejadas para abrir brecha en el baluarte de San Juan, y mandó construir en la paralela del istmo una nueva batería de brecha, la n.º 14, de cuatro piezas de 24; y para cortarnos la única comunicación que nos quedaba por mar, hizo desembarcar un destacamento de doscientos hombres en la isleta de Santa Clara, situada a la entrada del puerto. Este destacamento tomó la isla e hizo prisionero al puesto de veinticinco hombres que la guardaba.
Estuvimos trabajando para retirar los escombros de las brechas del medio baluarte izquierdo del hornabeque y de la cara derecha del baluarte de San Juan, cuyo pie no podía batir el enemigo. Se pusieron algunos obstáculos en la cima de las brechas de la muralla oriental, y del lado de la ciudad se desembarazó de escombros el pie de esta muralla, quedando así una contraescarpa interior de 12 a 15 pies de alto, tras la cual se hallaba el gran muro aspillerado levantado sobre la linea de casas derruidas.
A la mañana siguiente, el enemigo reanudó sus fuegos con mayor encono.

(DEFENSA DE SAN SEBASTIÁN POR LAS TROPAS FRANCESAS EN 1813. JACQUES BELMAS)

CRONOLOGÍA - 25 DE AGOSTO DE 1813

* 25 DE AGOSTO : 

Entré de guardia de prevención. Por la mañana se sintió bastante fuego de San Sebastián.

Pasó por esta villa la brigada portuguesa, que estaba junto a la peña de las Cuatro Coronas (está inmediata al retén del camino de Lesaca a Enacoleta).


  • Miércoles. 25 de Agosto de 1813.

59º día de Sitio.

A la 1 a.m. la guarnición efectúa la salida programada por el General Rey. Jones nos describe la salida como muy ruidosa, con la finalidad de crear la máxima confusión entre los defensores de la paralela. Tras llegar a esta posición, intentaron barrerla hacia la derecha, pero fueron detenidos por la vigorosa reacción de los sitiadores, obligándolos a retirarse. El número de prisioneros conseguidos según sus cálculos rondaría la docena.

Pero la mejor manera de conocerla es analizando por partes el informe de Rey fechado el 25 de Agosto.

“Tengo el honor de informar a Vuestra Excelencia que di instrucciones al Señor jefe de batallón Blanchard del 62º regimiento, comandante de los puestos avanzados, de efectuar una salida sobre las obras del enemigo. Esta salida ha destruido una posición con treinta hombres, y nos ha conseguido un oficial de Brunswick gravemente herido, ocho ingleses del 4º regimiento, y cuatro alemanes de la legión Brunswick. Los destacamentos de granaderos y "voltigeurs" que la han realizado en estas circunstancias se han distinguido, y tengo el honor de hacer saber a Vuestra Excelencia algunos de esos militares que se han hecho notar particularmente. Hemos tenido cuatro hombres gravemente heridos”.
San Sebastián, 25 de agosto de 1813
Carta del General Rey al Mariscal Soult, Duque de Dalmacia.

La siguiente parte del informe relata las informaciones conseguidas a los prisioneros.

“Los prisioneros que yo he interrogado separadamente aseguran que la quinta división se encuentra siempre ante la plaza; que está mandada por el general Oswald, teniendo bajo sus órdenes a los Señores generales Hay y Robinson; que está compuesta del cuarto, noveno, treinta y ocho y cuarenta y nueve regimientos ingleses, de una brigada portuguesa, de un batallón de cazadores reales, y de dos compañías de la legión de Brunswick. Desde su llegada, los regimientos no cuentan con más de seiscientos o setecientos hombres, y que creen que el Señor general de división Graham no está muy lejos con la primera división: Este general es quien manda a todas las tropas del asedio. Los prisioneros dicen que la batería del reducto está terminada, pero no armada; que esperan la artillería de un momento a otro, y que atacarán bastante pronto.

No saben nada de lo que ocurre en las dunas de San Francisco, ya que son los portugueses los que guarnecen esa parte; igualmente ignoran lo que pasa en la frontera. Entre ellos se encuentra un artificiero de la 2ª Compañía del 2º Batallón. Ha llegado hace tres días desde Pasajes con setenta hombres de su regimiento. Salió de Porstmouth hacia finales de Julio con el último convoy, compuesto por cuarenta velas. Él sabe que se encontraban allí varios destacamentos para servir en el ejército; pero desconoce cuántos. Cree que una parte de los barcos estaban cargados de municiones, armas, víveres y materiales de vestir. Un navío les escoltaba; pero desconoce si había más navíos armados”.
San Sebastián, 25 de agosto de 1813
Carta del General Rey al Mariscal Soult, Duque de Dalmacia.

A las tres de la mañana se dan por finalizadas las baterías. Estas son menos en número si las comparamos con las de la primera parte del asedio, pero su potencia de fuego es abrumadoramente mayor. El hecho de estar también menos dispersa, ocasiona que se necesiten menos oficiales de campo, por lo que estos se encuentran menos presionados por el trabajo que antes.
Un detalle bastante desconcertante es la existencia de muchísimos curiosos, militares y civiles que se acercan para poder ver cómo se desarrolla el asedio. Estos, por su elevado número son autorizados, tal y como nos señala Fraser, a moverse incluso entre las baterías de cañones, con el consiguiente peligro y entorpecimiento para sus dotaciones.

De este día encontrarás mucho más enwww.sansebastian1813.es

CRONOLOGÍA - 24 DE AGOSTO DE 1813

* 24 de AGOSTO : 

En San Sebastián, un fuego regular. 

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814 . MATÍAS DE LAMADRID).








58º día de Sitio.

En las baterías el fuego contra la ciudad es bastante regular.

El General Rey manda un despacho al Duque de Dalmacia, el Mariscal Soult, en el que describe detalladamente los preparativos aliados que observan desde la muralla. Sobre las baterías artilleras nos dice:

“He recibido las cartas que Vuestra Excelencia me ha hecho el honor de escribir el 17 y el 21 de agosto. Desde el 20 el enemigo continúa trabajando, ya sea en las trincheras, ya sea en las baterías. Está mañana hemos visto en las arenas de la orilla derecha del Urumea diez y ocho nuevas troneras, lo que hace un total de treinta y cuatro, sin contar con las seis del monte Ulia. Las dos últimas noches, los puestos de vigilancia de las brechas han oído carros que han traído seguramente los objetos de aprovisionamiento a las baterías; chalupas han desembarcado también diversos objetos que han sido llevados a las baterías y a una casa blanca situada tras ellas. El enemigo no muestra hasta este momento más que cuatro piezas en las arenas y otras dos en el monte Ulia; pero como hay troneras descubiertas, creemos que varias de estas se encuentran armadas. Los medios con que cuentan les permiten armar las baterías con la rapidez que quieran.
El enemigo tiene siete piezas en San Bartolomé. La batería del reducto parece terminada; pero ignoro si está armada”.
San Sebastián, 24 de Agosto de 1813.
Carta del General Rey al Mariscal Soult, Duque de Dalmacia.

El General Rey se plantea seriamente organizar una nueva salida de la guarnición. No se ha realizado ninguna desde hace tiempo como consecuencia del miedo a perder muchos efectivos, difícilmente reemplazables, si la operación saliese mal. De la misma manera, la toma masiva de prisioneros complicaría la situación en el interior de la ciudad. Hay que alimentarlos y vigilarlos. Los contingentes de prisioneros son peligrosos dentro de una plaza sitiada, ya que pueden alzarse en armas en el peor momento dificultando enormemente la labor defensiva de la guarnición. Pero la falta de noticias, muy a su pesar, obliga a Rey a preparar una.

El Comisario de Guerra Robert es encargado por Rey para pedir más municiones al Intendente General. También piden que se prepare un depósito de suministros suficiente para sostener a la guarnición durante dos meses. En caso de ser necesario, se pediría a Francia.

“Ayer he visto desde lo alto del castillo, alrededor de un lugar entre Alza y Oyarzun, una masa de entre doce y quince centenares de hombres vestidos de rojo; me ha dado la impresión de que estas tropas se encontraban formadas para una revista. Hemos visto también bastante gente en las casas tras los campos.
No puedo, Señor mío, daros hoy ningún informe exacto sobre la cantidad de tropas que el enemigo tiene delante de la plaza. Los guardias y los trabajadores son ingleses y portugueses, y, desde hace bastante tiempo, su número es considerable. Ningún desertor se ha presentado, y yo no he mandado ningún espía para tener noticias; no hubiera regresado”.
San Sebastián, 24 de Agosto de 1813).
Carta del General Rey al Mariscal Soult, Duque de Dalmacia.

Las baterías inglesas están preparadas. Se han adelantado unas 100 yardas en relación a las existentes durante la primera parte del asedio. A partir de este día se puede decir que el sitio se ha reiniciado completamente, con todo el poder artillero en funcionamiento. Wellington insiste en que se evite la "molestia general", y se destruya el menor número de casas.

Los ingleses han comenzado dos minas desde las trincheras más avanzadas del istmo. Son dos minas que se construyen únicamente como precaución, contra las posibles galerías que se supone están preparando los franceses bajo sus posiciones.

Por la noche, a eso de las diez, llegan desde Francia cuatro trincaduras y una chalupa en la que se traen los despachos oficiales para el General. En estos barcos llegan 224 proyectiles de 8' y 6', medicamentos, tres cajas de velas y 18 ovejas, de las que tres han muerto durante la travesía. Los refuerzos humanos son pequeños. Solamente llegan dos artilleros.

Rey quería hacer zarpar una chalupa con sus despachos desde la ciudad, pero la mar gruesa reinante impide que se haga a la mar.

Wellington en un nuevo despacho para el Teniente General Graham, le insta a utilizar todo el poder artillero que tiene en su poder, e insiste en que no se utilicen como "molestia general" contra la población. Le indica que las casas no deben ser destruidas si no fuera estrictamente necesario.
Si quieres saber más: www.sansebastian1813.es

CRONOLOGÍA - 23 DE AGOSTO DE 1813

* 23 DE AGOSTO :

Junto a Irún, hicimos alto junto a una espesa arboleda que defendía algo el sol que calentaba infinito. A eso de las cinco salimos para Oyarzun y mi regimiento fue alojado en este barrio, y los oficiales, de cuatro en cuatro, malísimamente. Enseguida se reunió la oficialidad de la brigada y con su jefe nos presentamos al general en jefe Freyre, que tiene en esta villa su cuartel general. Los comestibles están aquí por las estrellas y han dado hace más de medio mes en la gracia de tenernos a media ración, de modo que ladran todos de hambre. El fuego de San Sebastián, mediano.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID).


  • Lunes. 23 de Agosto de 1813.


Añadir leyenda
57º día de Sitio:

La intensidad de los disparos de las baterías es mediana. Todo el humo levantado por los disparos y las explosiones es rápidamente retirado gracias al viento, que sopla bastante fuerte desde las primeras horas de la mañana.

La continua llegada de suministros y municiones hace que la cantidad de material concentrado frente a San Sebastián sea desconocida hasta el momento. Incluso se recomienda no utilizar en exceso el material que estaba destinado a Cuxhaven, ordenando que se economice lo máximo posible.

La necesidad de hombres para trabajar en las baterías, obreros y artilleros, es enorme. Al no disponer de los efectivos necesarios los trabajos no llevan el ritmo deseable. Fraser se lamenta.

"Sólo dispongo de media docena de artilleros para enseñar a alrededor de 300 hombres de infantería portuguesa que nos van a ceder. Necesariamente los trabajos deben realizarse en silencio, para que el enemigo no pueda oír lo que está pasando. Los bueyes están todos atareadísimos, y los hombres, aunque dispuestos, agotan sus fuerzas haciendo cosas equivocadamente. Me llamarán enseguida, por lo que voy a terminar esta carta, para estar listo para ir ".
Pasajes 23 de Agosto de 1813.

Entre los aliados se comienza a extender el rumor de que se va a atacar la isla. La posición de este nuevo enclave es de suma importancia. Desde allí se impediría la entrada de embarcaciones procedentes de Francia, lo mismo que las que zarpan desde la ciudad asediada. Si se instalara una batería en esta isla, todas las caras del monte Urgull se encontrarían expuestas a los disparos de los sitiadores.

En esta fecha existe otra carta de Sagasti, el donostiarra afincado en Usurbil desde el 27 de Junio, tras abandonar la ciudad cuando Rey lo permitió, que nos puede dar una idea de cómo se estaba destruyendo la ciudad por efecto de los bombardeos, hecho que era claramente visible desde el exterior. Voy a transcribir casi íntegramente los apartados que nos interesan, al darnos la versión e imagen de primera mano, sobre lo que siente un donostiarra fuera de los muros de su ciudad, al ver lo que están sufriendo las casas y sus posesiones.

"Nuestra vuelta a casa se ha alargado más de lo que creíamos, y según el aparato que hay, no pienso ver mi pueblo sino reducido a un montón de escombros y cenizas, pese por más que se procura persuadir a los sitiadores que nada se consigue con arruinar el pueblo contra el enemigo que tiene retirada segura al Castillo, nada se adelanta.
(...)
Estos últimos días han llegado a Pasajes 22 transportes con chismes de guerra, víveres y algunos 2.500 a 3.000 hombres. Han empezado luego a desembarcar cañones de grueso calibre, y según las carronadas, obuses, morteros y cañones que van sacando y los parajes en que los colocan, van a emprenderlo en serio con nuestra pobre ciudad, y reducirla a cenizas.
(...)
Por todas partes se oye hablar del armisticio, pero no se entenderá esto con nosotros y hasta que deje de existir el pueblo. En el casco tiene vuestra merced ya de menos 80 y tantas casas, sin contar los arrabales de San Martín y San Bartolomé, con los caseríos inmediatos que están todos por tierra. Una casa inmediata a la mía ha sido quemada por una bomba.
(...)
Aquí se ha sentido mucho la retirada de Castaños, contra quien me han asegurado que habla furiosamente un periódico llamado "el Tribuno" que aquí se desconoce (...)".

Si quieres leerlo todo: www. sansebastián1813.es


(AQUEL VERANO DE 1813 . JOSÉ MARÍA LECLERCQ)

CRONOLOGÍA - 22 DE AGOSTO DE 1813

* 22 DE AGOSTO :

En San Sebastián, como ayer. Pasó revista a la brigada su comandante general, para lo que subió (el Regimiento de) Laredo de Soroya. Veintitrés fuimos relevados por la brigada de Goicoechea, que llegó a las nueve, y nosotros salimos del campamento no más de las doce, porque estuvimos aguardando las compañías que estaban en Sorueta, y camino de Lesaca.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

CRONOLOGÍA - 21 DE AGOSTO DE 1813

* 21 de AGOSTO : 

En San Sebastián no hubo tanto fuego como ayer. A las cinco de la tarde hubo revista de aseo y armas para los jefes del cuerpo.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATIAS DE LAMADRID)

CRONOLOGÍA - 20 DE AGOSTO DE 1813

* 20 DE AGOSTO :

En San Sebastián ha habido mucho fuego. Por la mañana hizo bastante el castillo. Por la tarde fue muy grande de ambas partes, en conformidad de oírse constantemente a lo menos una hora. A Pasajes ha llegado una gran escuadra inglesa con mucha tropa de desembarco. A mediodía estuvo aquí el lord duque de Ciudad Rodrigo son el príncipe heredero de Orange, Graham y otros personajes, reconociendo todas estas posiciones y las de Francia. Sacaron sus mapas, etcétera. Wellington es bastante alto, algo seco, nariz larga y feo.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

CRONOLOGÍA - 19 DE AGOSTO DE 1813

* 19 DE AGOSTO :

En San Sebastián sigue el mismo fuego. Se concluyó la revista que mandó hacer el jefe de la brigada a los zapadores para que se reuniesen en ella los oficiales y se adiestrasen ellos en estos trabajos.

CRONOLOGÍA - 18 DE AGOSTO DE 1813

* 18 DE AGOSTO :

Entró mi regimiento de servicio pero no mi compañía. Aquí se da poco y sólo comprende la aliada Sorueta, Casa de Masain y Relin del campamento de Lesaca, que es la derecha de la línea, mas como el terreno es tan áspero está bastante defendido por sí mismo. La parte de Francia está lo mismo, de modo que por aquí las dos márgenes del Bidasoa son precipicios.

En San Sebastián, mucho fuego. Desde el 16 ha sido muy sostenido de ambas partes. Hoy bajó el Regimiento de Laredo al campamento de Soroya, que está enfrente de San Marcial, y éste a unirse con el 1º de Asturias, que está allí. En este campamento se trabaja en hacer algunos parapetos muy buenos.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

CRONOLOGÍA - 17 DE AGOSTO DE 1813

* 17 DE AGOSTO: 

Se pasaron a una de nuestras avanzadas cinco franceses. Por la tarde estuvo aquí el general en jefe Freyre reconociendo estas posiciones. Es de gallarda presencia y muy serio. Tiene que ser valiente. En San Sebastián, bastante fuego.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

CRONOLOGÍA - 16 DE AGOSTO DE 1813

* 16 DE AGOSTO : 

A las siete fue Laredo a relevarnos, y apenas hube llegado al campamento me dieron un oficio del Estado Mayor de la brigada para que fuese a percibir 2.000 reales del intendente del Centro para el hospital del cantón de esta brigada, en cuya busca fui, pero me volví sin nada por faltar un requisito (¡y entretanto muriéndose los infelices!), y fue mi fortuna que se trasladó hoy a Irún el cuartel general del Centro que estaba en Oyarzun. En San Sebastián mediano fuego por el día, en la noche mucho.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

CRONOLOGÍA - 15 DE AGOSTO DE 1813

*15 DE AGOSTO :

Aquí fui con mi compañía y la de Cazadores de que mandó el teniente coronel y dura veinticuatro horas.

lunes, 6 de mayo de 2013

CRONOLOGÍA - 14 DE AGOSTO DE 1813

*14 DE AGOSTO :

Por la mañana fui a ver al intendente Larreta y me dijo que había solicitado al jefe del Estado Mayor Laviña diciéndole que no podía dar la cantidad que mandaba para los hospitales de los cuerpos a no ser que fuese a cuenta de ellos

CRONOLOGÍA - 11 DE AGOSTO DE 1813

* 11 DE AGOSTO :

Salió la brigada para el campamento de Enacoleta y yo para Tolosa. En Oyarzun están los cuarteles generales de Graham y del Centro del IV Ejército. Una legua más acá de esta villa hay un campamento inglés bastante grande. Precisamente pasé por junto a él (está a los lados del camino) a las once de la mañana, y parecía una población: las gallinas cacareaban, los gallos se contestaban, etcétera. Más adelante están 16 barcas de puente de las traídas desde Portugal por los ingleses: son grandes, bien trabajadas (como todo lo que traen ellos, pues nada les he visto que no esté hecho a todo coste), forradas en hojalata. Cada una está sobre cuatro ruedas como las de un coche, sólo que está separadas y es cosa distinta de ellas. Nada hay imaginable que sea necesario para hacer la guerra que no traigan, aun cuando les haga falta pocas veces, y les cueste muchas esterlinas. así puede emprenderse una campaña, sin comprometer el honor de los generales que mandan los ejércitos y no como los de los nuestros, que tienen que medirlo todo al compás de la escasez de todo recurso.

Esta ciudad de Tolosa está muy diferente del día, o más bien noche, que entramos a San Sebastián o, por mejor decir, sólo el castillo, porque impedía ver lo demás el espeso humo que había del gran fuego de sitiadores y sitiados.

(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. 1813-1814. MATÍAS DE LAMADRID)

*Miércoles. 11 de Agosto de 1813. 45º día de Sitio. - Continua el Sitio de la Ciudad por las tropas anglo-portuguesas al mando de Lord Wellington
 Amanece un buen día, soleado y agradable.

Esa noche había logrado romper el bloqueo una chalupa enviada desde Francia, que suministra a las tropas sitiadas 1500 camisas, un fardo de ropas y nueve artilleros, además de los despachos con los informes del Mariscal Soult. La embarcación cargada con los sacos terreros aún parece ser que no ha llegado, ya que Rey sigue mencionándolos en la lista de necesidades de la guarnición en su despacho de fecha 11 de Agosto. Estas son:

  •      Carne salada.
  •     Borra de ovejas para los hospitales.
  •     Sacos terreros.
  •     Picos (indica que se carece totalmente de ellos).
 Los prisioneros aliados que se encuentran en manos de los franceses son utilizados como trabajadores forzados en los puntos que necesitan refuerzos. El General Rey teme que alguno de ellos se pueda escapar suministrando una valiosa información al enemigo sobre la situación interior de la plaza. Por este motivo, menciona en su despacho del día 11 su intención de mandar un grupo a Francia, a bordo de una de la embarcaciones en cuanto el paso sea algo más fácil.
 Esta jornada se reproduce el fuego artillero con mayor intensidad. De Lamadrid nos menciona que solamente puede ver la parte alta del monte Urgull y su castillo, ya que el resto de la ciudad se encuentra totalmente cubierto por la espesa nube de humo procedente de las baterías y de los incendios que van apareciendo en la ciudad como consecuencia de las explosiones. Los proyectiles utilizados principalmente son los huecos rellenados con metralla, con la finalidad de obstaculizar a los grupos de trabajadores.
El deseado y esperado tren de artillería que tiene que venir por mar sigue sin aparecer. En Pasajes se le sigue esperando con ansiedad. En el puerto se van acumulando unos 500 prisioneros franceses capturados en las acciones fronterizas, que serán embarcados hacia Inglaterra tras la descarga de los mercantes.
   Por la noche se intenta sacar del puerto de San Sebastián a las trincaduras y chalupas llegadas desde Francia. A bordo de ellas se quieren evacuar a veinte heridos graves, cuya curación se estima será larga, por lo que no son aptos para la defensa.
En un Despacho de Wellington al Conde Bathurst fechado este día, sabemos que se ha enterado de la constante llegada de suministros a la plaza sitiada. Al parecer se han apoderado de correspondencia del General francés Conde Gazan, en la que se indica que se ha mandado con éxito sacos terreros y zapatos a los sitiados desde Saint Jean de Luz. El Mariscal británico se lamenta de la imposibilidad de cortar estas comunicaciones con los medios navales disponibles.