Salí de guarnición. En San Sebastián se ha sentido poquísimo fuego. En Irún y Fuenterrabía hubo anoche un alto roto grande. La tropa estuvo sobre las armas y todo fue por el fuego de ayer en Vera. Nosotros, aunque avanzados, estuvimos intranquilos. La Compañía de Zapadores ha hecho estas tres noches un parapeto junto a Las Nasas. Los franceses han construído muchos, y algunas baterías en las alturas que ocupan.
(DIARIO DE UN OFICIAL EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA.1813-1814 - MATIAS DE LA MADRID)
* DÍA 26 :
".... orden de suspensión del sitio que sir T.Graham comunicó en la mañana del 26 a sus subordinados, y según la cual la artillería debía ser conducida a Pasajes y reembarcada, a excepción de 2 cañones de 24 que debían quedar en la Batería número 14 y 2 obuses que quedarían en la número 11. Al mismo tiempo dio el General Graham instrucciones a Burgoyne para que se construyesen reductos y atrincheramientos hacia los altos de San Bartolomé y Lazcano para cubrir el bloqueo que se trataba de mantener.
Se comenzó a retirar la artillería, y se organizó la evacuación de heridos que fueron embarcados en el Chofre y recogidos en los buques. Se mantuvo un fuego más lento y, tanto por ello como por el movimiento de material hacia retaguardia pudieron darse cuenta los sitiados de que algo anormal ocurría en el campo inglés".
(EL SITIO DE 1813 - OLAVIDE, ALBARELLOS, VIGÓN)
Lunes. 26 de Julio de 1813. 29º día de Sitio.
El Teniente Coronel Fraser desconfía de la protección que proporciona el Urumea a las baterías del Chofre. Tiene la sospecha de que en marea baja puede ser vadeable, lo que pondría en gran peligro a todo el arsenal artillero en caso de que realizase una salida la guarnición francesa. El Capitán de artillería Alexander Macdonald se presenta voluntario para hacer una comprobación "in situ". La noche del 25 al 26 vadea el rio, llegando hasta las rocas de la parte baja de la batería del Mirador. Hay que tomar medidas urgentes, ya que todo el entramado artillero se encuentra protegido únicamente por una débil brigada portuguesa. Por ese motivo se refuerzan las guardias.
Desde la ciudad se ve como zarpan 36 chalupas hacia la escuadra de bloqueo desde los arenales del Chofre. En ellos se transportan parte de los heridos del ataque del día anterior.
Sobre la moral de los atacantes tras el fracasado intento del día 25, Gleig en su obra nos la describe de la siguiente forma:
"No hay deber más fatigoso y desagradable para un soldado que un asedio. No es que le falten motivos de emoción, que, por el contrario, los hay a cada momento, sino que le atan totalmente a un punto, le rompen constantemente sus horas de descanso y queda expuesto tan permanentemente al peligro, sin ninguna posibilidad de honor y gloria, que no debe extrañar el asentimiento absoluto de odio que generalmente prevalece, al menos entre la tropa, hacia la guarnición que cumple con su deber patrio defendiendo el otro lado. En esta ocasión, encontré mucho de este sentimiento entre las brigadas extendidas frente a San Sebastián. No podían perdonar a la guarnición francesa, que ya llevaba seis semanas manteniéndoseles en jaque; y ardían de ganas de borrar la deshonra del primer rechazo; poca mención se hacía de dar cuartel al enemigo, cuando se hablaba del próximo asalto".
La actividad artillera ese día es muy escasa. Solamente se dispara algún proyectil que cae sobre la zona de las casas ya incendiadas. En el Despacho del General Rey al Ministerio de la Guerra del día 26, este indica que la ciudad ha sufrido mucho por el incendio que aún no han podido sofocar. Menciona que la mayor parte de las casas están afectadas por los bombardeos y casi la mitad de las existentes en la ciudad destruidas por el incendio. Si se levantase viento, toda la ciudad sucumbiría por las llamas.
Por la tarde las munición comienzan a ser embarcadas en los transportes que están en el puerto de Pasajes, y se prepara todo para comenzar a retirar los cañones por la noche, de la forma más sigilosa posible, para que la guarnición francesa no se diera cuenta de que se debilitaba considerablemente el potencial de las fuerzas sitiadoras.
Rey en su Despacho del 26 indica también que los británicos envían un parlamentario para preguntar por el estado de los prisioneros
La batería de brecha recibe nuevas instrucciones sobre sus objetivos. Hay orden de abrir una tercera brecha y derribar las paredes del bastión de Santiago. Los artilleros se encuentran más tranquilos al haberse destinado una guardia de 800 hombres permanentemente de guardia en las baterías, tras el descubrimiento de la vulnerabilidad de las posiciones ante una posible salida francesa.
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